jueves, 21 de mayo de 2015

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO DE PENTECOSTES CICLO B - 24 MAYO 2015

“¡VEN ESPÍRITU SANTO!”



ORACION COLECTA

Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés santificar a tu Iglesia, extendía por todas las naciones, derrama los dones de tu espíritu sobre todos los confines de la tierra y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2,1-11

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Enormemente sorprendidos, preguntaban: «¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa?. Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 103)

Envía tu Espíritu, Señor,  y repuebla la faz de la tierra

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!.
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturasR.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra. R.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12,3b-7.12-13

Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 20,19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a ustedes.».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.».
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonaran los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos.».

COMENTARIO

Celebrar la fiesta de Pentecostés, es pensar  en el Espíritu Santo y  decirle: “¡Ven!”. Entonces, el Espíritu es invasor. Y es menester que nos invada ya que la vida cristiana es una experiencia de vida invadida por el Espíritu. Él no tiene rostro, pero todos sus nombres dicen que es invasión: fuego, agua, espíritu, respiración, viento. Desde que viene, actúa. La Biblia está llena de él, pero no habla de él: dice lo que hace. Él está en todos los comienzos: es el Espíritu de lo que ha de nacer y el Espíritu del primer paso que cuesta. En Pentecostés hizo que la Iglesia despegase y tomara vuelo. Hay que decirle: “Ven”, cuando se bloquea algo en nuestra vida personal o colectiva.
Después de la fuerza de la partida, es la fuerza de la marcha hacia adelante. La audacia de hablar, de insistir, de crear. Para ver todo esto tenemos los Hechos de los apóstoles. (¡Tendríamos que leerlos más!) y cualquier vida de un santo.
Él es el huésped interior, el espíritu de las profundidades que sin él quedarían sin explorar. El nos arranca de lo superficial, no hace vivir en donde se hunden las raíces y donde manan las fuentes. Y nos impulsa hasta el fin: “Les guiará a la verdad completa” (Jn. 16, 13). Puede hacer que se recorran enseguida itinerarios sorprendentes. El evangelio de hoy nos revela este poder de transformación inmediata y total. A unos hombres aterrorizados les dice Jesús: “Yo les envío”. ¿Unos pobres hombres enviados a la conquista del mundo?. Sí, pero Jesús añade: “Reciban el Espíritu” Nos lo dio y no lo sigue dando. Podemos recibir el Espíritu: esto depende de la fuerza de nuestro” “¡ven!”.  ¿Por qué pedimos tan poco el Espíritu? ¿Por miedo a unos mundos extraños de iluminación de “carismas”? ¿O quizás por medio a comprometernos? Si digo “¡Ven!”, ¿hasta dónde me llevará?. Quizás ante los tribunales. Lo dice el evangelio: “Cuando les entreguen a los tribunales, no se preocupen por lo que van a decir; será el Espíritu de su Padre quien hable por medio de ustedes”. Decir “¡ven!” al Espíritu puede llevar muy lejos. Desde los primeros mártires hasta los perseguidos en muchas partes del mundo y de nuestra América Latina, ir hasta el fin es arriesgarse a la cárcel, a la tortura, a la muerte. ¿Y nosotros no? ¿Quién puede prever cuál será nuestro mañana?.
No hay dos evangelios ni dos Espíritus.  La única verdadera devoción al Espíritu Santo es decirle: “¡Ven!”, no para una cita tranquila con él, sino para dar el paso  de amor y de valentía que  la vida nos pide.

PLEGARIA UNIVERSAL

Padre envía tu espíritu y sus dones sobre nosotros y sobre este mundo, haz que tu reino de amor y justicia llene cada rincón de nuestro mundo y primeramente cada rincón de nuestro corazón. Ven Espíritu y envía tus siete dones.

1.- Envía, Señor, tu Espíritu y asiste con tu sabiduría las acciones del Santo Padre Francisco, las de todos los obispos y diáconos para que guiados  por ella lleven a la iglesia a la unidad necesaria y así sea, luz que ilumine al mundo entero. Ven Espíritu y envía tu siete dones.

2.-Envia, Señor, tu Espíritu y asiste con tu entendimiento a todos los gobernantes de la tierra para que juntos busquen el bien común y así prosperemos todos en paz y fraternidad. Ven Espíritu y envía tus siete dones.

3.- Envía, Señor tu Espíritu y asiste con tu Consejo a todos aquellos que andan alejados de la Iglesia, haz que comprendan el tesoro que lleva dentro, tu Palabra y tu Eucaristía, a pesar de ser llevada en vasijas de barro. Ven Espíritu y envía tus siete dones.

4.- Envía, Señor, tu Espíritu y asiste con tu Fortaleza a todos aquellos que sufren o están abatidos o enfermos, haz que recibiendo esa ayuda en su interior afronten con mayor serenidad las dificultades y salgan pronto vencedores de ellas. Ven Espíritu y envía tus siete dones.
5.- Envía, Señor, tu Espíritu y asiste con tu Ciencia a todos los niños y jóvenes hacen su primera comunión o su confirmación, llévales a descubrir que en Cristo está el verdadero valor de todas las cosas. Ven Espíritu y envía tus siete dones.

6.- Envía, Señor tu Espíritu y asiste con tu Piedad a todos los seglares que trabajan por la expansión del evangelio para que sea bajo la acción del Espíritu Sato y promuevan la unidad entre todos los miembros de la Iglesia. Ven Espíritu y envía tus siete dones.

7.- Envía, Señor tu Espíritu y asiste con el temor de Dios a todos tus fieles que se reúnen alrededor de tu mesa. Para que sea el cumplir ante todo tu voluntad, el verdadero motor de nuestras vidas. Ven Espíritu y envía tus siete dones.

Padre, estamos necesitados de la acción del Espíritu, haz que venga pronto a nuestros corazones para que trasformados por El salgamos a transformar el mundo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te Pedimos,  Señor que según la promesa de tu Hijo el Espíritu Santo nos haga comprender la realidad misteriosa de este sacrificio y nos lleve al conocimiento pleno de toda la verdad revelada. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Oh Dios, que has comunicado a tu Iglesia los bienes del cielo, conserva los dones que le has dado, para que el Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza y la eucaristía que acabamos de recibir acreciente en nosotros tu salvación. Por Nuestro Señor Jesucristo..

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes: Eclo 17, 20-28; Sal 31, 1-2.5-7; Mc 10, 17-27.
Martes: Santa Mariana de Jesús Paredes (Virgen) (F). Ap 2, 1-5 (o bien: Flp 4,4-9); Sal 44; Mt 11, 25-30.
Miércoles: Eclo 36, 1-2ª.5-6.13-19; Sal 78, 8-9.11.13; Mc 10, 32-45.
Jueves:  Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote (F). Jer. 31, 31-34; ó Hb 10, 11-18; Sal 109, 1b-e.2.3; Mc 14, 22-25.
Viernes: Eclo 44, 1.9-13; Sal 149, 1-6.9; Mc 11, 11-26.
Sábado: Eclo 51, 17-27; Sal 18, 8-11; Mc 11, 27-33.
Domingo: La Santísima Trinidad (S). Dt 4, 32-34.39-40; Sal 32, 4-6.9-18-20.22; Rom 8, 14.17; Mt 28, 16-20.