martes, 23 de junio de 2015

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XIII TIEMPO ORDINARIO CICLO B - 28 JUNIO 2015

“CONTIGO HABLO, NIÑA ¡LEVANTATE!”
  


ORACION COLECTA

Padre de bondad que por la gracia de la adopción nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de la Sabiduría 1,13-15; 2,23-24

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo; y los de su partido pasarán por ella.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 29)

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosaR.

Tañed para el Señor, fieles suyos,
den gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío,
te daré gracias por siempre. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 8,7.9.13-15

Ya que sobresalen en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tienen, distingan también ahora por su generosidad. Porque ya saben lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por ustedes para enriquecerlos con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando ustedes estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, su abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad. Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.».

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 5,21-43

En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.».
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda, su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido, curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que, había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio la gente, preguntando: «¿Quién me ha tocado el manto?».
Los discípulos le contestaron: «Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: "¿quién me ha tocado?"». Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.».
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe.».
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.».
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).».
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

PLEGARIA UNIVERSAL

Se nos  pide este domingo decisión, para seguir al Señor y extender su Reino, pongámonos en marcha y pidamos al Padre la ayuda imprescindible de su gracia. Respondemos: Ayúdanos a ser valientes.

1.-  Por el Papa, los obispos y sacerdotes para que con la predicación constante y la comunión continua se asemejen cada día más a Cristo desprendido y altavoz constante del Reino. Ayúdanos a ser valientes.

2.- Por los gobiernos de las naciones, para que atiendan las necesidades de sus pueblos tanto materiales como espirituales. Ayúdanos a ser valientes.

3.- Por todos los que trabajan en los medios de comunicación, para que la verdad y el trabajo bien hecho sean sus objetivos, y no el halago de los poderosos. Ayúdanos a ser valientes.

4.- Por los que sufren, convalecientes de una operación o están, a la espera de ella, para que este tiempo sea una purificación de las cosas materiales y encuentren el gozo del Reino de Dios. Ayúdanos a ser valientes.

5.- Por las familias para que este tiempo de vacaciones, sea un momento de unión en la convivencia y de alegría en el compartir y el servicio generoso. Ayúdanos a ser valientes.

Padre, alienta el caminar de tu pueblo, dándonos un corazón valiente y generoso. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

COMENTARIO

“La cogió de la mano y le dijo: niña levántate”. Pensemos en la mano de Dios leamos en el texto de Isaías: “Yo Yahvé, soy tu Dios, yo te cogí por la mano derecha y te dije: No temas, vengo en tu ayuda”. Cariñoso poder de Dios, cariñoso poder de Jesús. Conmovido, Marcos nos hace mirar la pequeña que de nuevo está viva: “Tenía doce años y les dijo que le dieran de comer”. Todo vino de la plegaria de su padre, lleno de confianza: “¡Ven para que viva!”. Cuando la gente avisó brutalmente al padre  que era inútil, que ya todo había acabado, Jesús se apoyó en su reacción más importante: “No temas, ten fe y basta”.
En el otro milagro que nos narra al mismo tiempo, Marcos repite incansablemente lo que desea inculcarnos, esas dos cosas tan sencillas  que hacen al cristiano: el poder de Jesús y nuestra confianza. “La mujer se decía: con que le toque, aunque sea la ropa me curo”. “Jesús dándose cuenta que había salido fuerza de  él... le dijo, tu fe te ha curado. Vete en paz”. ¿Cómo hacernos comprender mejor lo que hemos de intentar vivir con él: tener confianza en su poder? Pero los enfermos siguen enfermando, los niños que mueren no vuelven a vivir, esas historias de milagros hacen sonreír o llorar. ¡No cambian en nada las cosas! Pueden cambiarlo todo si finalmente, más allá  de  nuestra  confianza, quizás algo vaga, despiertan una verdadera fe, la que el evangelio define diciendo que salva: “Vete, no tengas miedo; tu fe te ha salvado”. Pero ¿qué pasos hay que dar, que repetir sin cesar, para llegar a esa fe en la fuerza de resurrección que emana tan poderosamente de Jesús?.
Esos milagros no deben detener nuestra atención en ellos mismos, si no, surgirá inevitablemente la queja: ¿por qué Jesús no curó a todos?. ¿Por qué Dios deja que los niños sufran y mueran?. Hay que tener inmediatamente una visión más amplia y más lejana. Bien leídos, los milagros nos guían, como anticipaciones parciales, hacia un triunfo universal sobre la muerte espiritual por el perdón y sobre la muerte física por la verdadera resurrección. No la de la niña que tuvo que enfrentarse de nuevo con la muerte, sino la resurrección final, definitiva. Cristo nos coge de la mano, o mejor dicho es nuestra fe que se agarra a su mano para que nos mantenga en pie en medio de las dificultades y de los sufrimientos actuales. El que no despierta su fe hasta el máximo no puede experimentar el poder de resurrección de Cristo que está ya en acto y que triunfará por completo cuando nos haga levantar de entre los muertos. Antes un niño muerto, no digo nada (¿qué podría decir?) pero pienso como piensan los padres creyentes: “En donde tú acabas de llegar, Cristo te está despertando a la vida bienaventuradas).

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Oh Dios, que obras con poder en tus sacramentos, concédenos que nuestro servicio sea digno de estos dones sagrados. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION



La victima eucarística que hemos ofrecido y recibido en comunión nos vivifique, Señor, para que unidos a ti, en caridad perpetua, demos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 29: San Pedro y San Pablo, apóstoles (S) (Precepto).  Hch 12, 1-11; Sal 33; 2Tm 4, 6-8.17-18; Mt 16, 13-19.
Martes 30: Gn 19, 15-29; Sal 25, 2-3.9-10.11-12; Mt 8, 23-27. Se puede celebrar la memoria de los santos Protomártires de la Santa Iglesia romana (Rojo)
Miércoles 01: Gn 21, 5.8-20; Sal 33, 7-8.10-13; Mt 8, 28-34.
Jueves 02: Gn 22, 1-19; Sal 114, 1-6.8-9; Mt 9, 1-8.
Viernes 03: Santo Tomás, apóstol (F) Ef 2, 19-22; Sal 116; Jn 20, 24-29.
Sábado 04: Gn 27, 1-5.15-29; Sal 134, 1-6; Mt 9, 14-17.
Se puede celebrar la memoria de Santa Isabel de Portugal (Blanco)
Domingo 05: XIV del Tiempo Ordinario Ez 2, 2-5; Sal 122, 1-4; 2Cor 12, 7-10; Mc 6, 1-6.




viernes, 19 de junio de 2015

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XII TIEMPO ORDINARIO CICLO B - 21 JUNIO 2015

Y  ÉL DORMÍA


ORACION COLECTA

Concédenos vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir a quienes estables en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Job 38,1.8-11

El Señor habló a Job desde la tormenta: « ¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno materno, cuando le puse nubes por mantillas y nieblas por pañales, cuando le impuse un límite con puertas y cerrojos, y le dije: "Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus olas"?».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 106)

Den gracias al Señor, porque es eterna su misericordia

Entraron en naves por el mar,
comerciando por las aguas inmensas. 
Contemplaron las obras de Dios, 
sus maravillas en el océano. R.

Él habló y levantó un viento tormentoso, 
que alzaba las olas a lo alto; 
subían al cielo, bajaban al abismo, 
el estómago revuelto por el marco. R.

Pero gritaron al Señor en su angustia, 
y los arrancó de la tribulación.
Apaciguó la tormenta en suave brisa,
y enmudecieron las olas del mar. R.

Se alegraron de aquella bonanza,
y él los condujo al ansiado puerto.
en gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5,14-17

Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos. Por tanto, no valoramos a nadie según la carne. Si alguna vez juzgamos a Cristo según la carne, ahora ya no. El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,35-40

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.».
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón.
Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?».
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» .
El viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo: «¿Por qué son tan cobardes?. ¿Aún no tienen fe?».
Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!».

COMENTARIO

Hay algunas palabras muy elocuentes en este relato: la otra orilla, el mar, el miedo, la calma. Con  todas  ellas se puede describir un hecho distinto muy concreto, evocando la tempestad del viernes santo, las tempestades que sacuden a la iglesia, las tempestades de nuestra vida.
“Pasar a la otra orilla” Allí comienza  la angustia que va a impregnar este texto. Se  había hecho una vida quizás algo difícil pero familiar y de pronto tienen que enfrentarse con la otra orilla, con otro sitio. A pesar de la hostilidad que se iba notando alrededor de Jesús, los días habían acabado tomando el aspecto de una rutina tranquilizadora. Y de pronto, la noche de Getsemaní arrojó a Jesús y a sus discípulos  “a la otra orilla”. Quizá en estos momentos necesitamos toda nuestra fe para aceptar desprendernos de las seguridades y ponernos a vivir “otra cosa”.
“El mar”: Marcos no intenta hinchar aquel pequeño lago, sino hacer que se levanten los grandes temores del agua. La Biblia empieza con la lucha del creador contra las aguas y acaba con el grito de consuelo “Ya no hay mar” (Ap. 21, 1). Pero  entretanto es preciso arrostrar las tempestades del sufrimiento, de la angustia del fracaso. En la tarde del viernes santo se podrá pensar que las aguas malas se han tragado el amor y la esperanza. “Habíamos esperado tanto! Dicen los peregrinos de Emaús.
“Y él dormía”: los salmos están llenos de esta misma indignación “Despiértate”. ¡Qué despierte tu poder! ¿No ves dónde estamos? ¿Dónde estoy? Dios no puede desoír estas llamadas, si le dicen nuestra confianza. “Se despertó e hizo algo inaudito: “Dijo al lago, ¡Silencio, cállate! Y el viento amainó”. Es posible hace toda una oración, en plena tempestad interior o exterior, repitiendo solamente “El viento amainó”.
Mandar al viento y a las aguas es una señal del poder creador. Este relato es una teofanía (manifestación de Dios), que vuelve a plantear la cuestión esencial de Marcos: ¿Quién es éste? Y la respuesta: “El poderoso”. “¿Cómo es que no tienen fe?”. El poder de Jesús exige nuestra confianza, necesita de ella: “Todo lo puedo, pero solamente para aquel que no duda”. El evangelio entero nos invita  a creer antes de hacer cualquier cosa y mientras la hacemos pero es muy difícil, por lo visto, adquirir ese reflejo: ante todo y siempre movilizar nuestra fe. “Espíritus sin inteligencia”, suspirará Jesús el día de pascua: “¡Tan lentos en creer!”
El misterio cristiano es ése, con la fe todo se pone en pie, todo puede ocurrir. Sin ella, nada; vemos que entonces Dios duerme. “Cuando se dice que Dios duerme, dice san Agustín, somos nosotros los que dormimos. La barca es tu corazón, si te acuerdas de tu fe, tu corazón no se agita: si te olvidas de tu fe, Cristo duerme y corres el peligro de naufragar.
Desde Tertuliano y Agustín se interpreta este milagro en relación con la Iglesia, a la que se compara a la barca de Pedro que va superando las tempestades porque Cristo va con ella. La fe es aquí algo más que creer unas verdades, es confianza en la persona de Cristo, que no puede fallarnos y que va con nosotros en el mismo barco. Esta fe no es fe para quedarse en la orilla, en la tranquilidad, sino fe para navegar en medio de los peligros, es una fe combativa.

PLEGARIA UNIVERSAL
Elevemos, hermanos nuestros ojos al Señor y esperemos, confiados, su  ayuda  salvífica:

1.- Por la Iglesia; para que confíe en quien conduce la barca al ansiado puerto. Roguemos al Señor.

2.- Por los que luchan sin esperanza y piensa que sus esfuerzos son en vano; para que encuentren junto a ellos al que domina el viento y las  aguas.  Roguemos  al Señor.

3.- Por los que sienten admiración por Cristo, como hombre fuera de serie; para que descubran que con él lo viejo ha pasado y ha llegado lo nuevo.  Roguemos al Señor.

4.-  Por las familias, para que acojan con alegría los hijos y vean en ellos la acción colaboradora con la voluntad de Dios, cuidándolos y educándolos en el  amor a Dios y los hermanos.  Roguemos  al  Señor.

5.- Por nuestros queridos padres,  en la celebración de su día. Que el Señor les de inteligencia y sabiduría y los colme de bendiciones. Roguemos al Señor

Escucha, Señor, nuestras oraciones y fortalece la fe del pueblo cristiano, para que nunca se enorgullezca ante la prosperidad ni se desanime ante la adversidad, sino que en todo momento sepa reconocer y experimentar que tu etas cerca de nosotros y nos acompañas en el camino de la vida.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que purificados por su poder, te agradecemos con la ofrenda de nuestro amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Renovados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, imploramos de tu bondad, Señor, que cuanto celebramos en cada eucaristía sea para nosotros prenda de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 22: Gn 12, 1-9; Sal 32, 12-13.18-20.22; Mt 7, 1-5.
Se puede celebrar la memoria de San Paulino de Nola, obispo (Blanco); o de San Juan Fisher y Santo Tomás Moro, mártires (rojo)
Martes 23: Gn 12, 2.5-18; Sal 14, 2-5; Mt 7, 6.12-14. Misa Vespertina de la Vigilia (S) Jr 1, 4-10; Sal 70; 1P 1, 8-12; Lc 1, 5-17.
Miércoles 24: Natividad de San Juan Bautista (S) Is 49, 1-6; Sal 138; Hch 13, 22-26; Lc 1, 57-, Mt 57, 66.80.
Jueves 25:   Gn 16, 1-12.15-16; Sal 105, 1-5; Mt 7, 21-29.
Viernes 26: Gn 17, 1.9-10.15-22; Sal 127, 1-5; Mt 8, 1-4.
Sábado 27: Gn 18, 1-15; Sal de Lc 1, 46-55; Mt 8, 5-17. Se    puede   celebrar   la  memoria  de  San  Cirilo   de  Alejandría, obispo y doctor de la Iglesia (Blanco).
Domingo 28:   XIII Del tiempo Ordinario Sab, 1, 13-15, 2, 23-25; Sal 29, 2.4.5-6.11-13; 2Cor 8, 7-9.13-15; Mc 5, 21-43.
Misa Vespertina de la Vigilia  (S) Precepto. Hch 3, 1-10; Sal 18; Gá 1, 11-20; Jn 21, 15-19.


jueves, 11 de junio de 2015

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XI TIEMPO ORDINARIO CICLO B - 14 JUNIO 2015

PARÁBOLAS SOBRE EL REINO

  
ORACION COLECTA

Oh Dios fuerza de los que en ti esperan, escucha nuestras suplicas y pues el hombre es frágil y sin ti nada puede, concédenos la ayuda de tu gracia para guardar tus mandamientos y agradarte con nuestras acciones y deseos. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Ezequiel 17,22-24

Esto dice el Señor Dios: «Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble.
Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor,  lo  he dicho y lo haré.».
SALMO RESPONSORIAL (Sal 91)

Es bueno darte gracias, Señor

Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad. R.

El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano;
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios. R.

En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta de san Pablo a los Corintios 5,6-10

Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4,26-34

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos,   el   hombre  echa  mano  de la  hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha.».
Les dijo también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios?. ¿Con qué parábola lo podremos representar?. Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.».
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían  entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

COMENTARIO

"El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra": La lectura evangélica de este domingo está formada por dos parábolas sobre el Reino. En la primera se compara el Reino con lo que sucede en un proceso de siembra. Se subraya la pasividad del hombre ("la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo") y la productividad de la tierra ("la tierra va produciendo la cosecha ella sola").
Del mismo modo el Reino irrumpe en el mundo de una forma inapelable, como de una semilla nacerán las espigas, y sin que los hombres puedan hacer nada. Ni a favor ni en contra. El Reino crece a pesar del celo, la pereza o la incredulidad de los hombres. Dios es quien tiene en sus manos el futuro del Reino, pero este futuro será en bien del hombre, es él quien recogerá los frutos salvíficos: "Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega".
-"Con un grano de mostaza": El grano de mostaza, imagen de lo que es insignificante, pero que después se hace muy grande. Lo importante en esta segunda parábola es la desproporción entre la pequeñez del principio   (grano   de   mostaza)   y   la magnitud del final (el árbol). Así ocurre con el reino de Dios: escondido ahora e insignificante, ha de llegar un día (el "día del Señor"), cuando vuelva con "poder y majestad", en que se manifieste según toda su dimensión. En realidad, en lo minúsculo actúa ya lo grandioso: incluso en el mundo que no conoce el reino, este está ya actuando; incluso en el corazón del pecador más endurecido puede brillar aún una lucecita y convertirse en gloria y fuego devorador. Se trata de tomar a Dios en serio a pesar de todas sus apariencias.
En Jesús y gracias a Jesús el Reino de Dios está abierto a todos, es un espacio donde todos podemos volar y anidar.
Dos conclusiones. Como el Reino está aquí, en medio de las oposiciones y de los fracasos, entonces no tenemos que huir de la historia. El discípulo sabe ver en todo esto la presencia de Dios.
En cierto sentido -y ésta es la segunda conclusión- en el Reino de Dios se desperdician muchas cosas (intentos repetidos, obstinados, como el gesto del sembrador); no se puede ahorrar. Pero   se   trata  sólo  de  un  despilfarro para los que razonan según los cálculos mezquinos de los hombres.

PLEGARIA UNIVERSAL

Padre Jesús nos enseña como es el Reino que quieres para nosotros, un Reino desde la humildad y la confianza en ti, por eso hoy te pedimos: Padre, enséñanos a ser humildes.

1.- Te pedimos por el Papa Francisco, los Obispos y sacerdotes para que a través de sus acciones, dejen traslucir que la verdadera fuerza viene de lo alto. Padre, enséñanos a ser humildes.

2.- Te pedimos por todos los enfermos y los necesitados para que ese sufrimiento se convierta en salud y prosperidad. Padre, enséñanos a ser humildes.

3.-  Te pedimos por las familias para que sea la humildad la que guie las acciones de cada uno de sus miembros. Padre, enséñanos a ser humildes.
4.- Te pedimos que hagas crecer la humildad de todos aquellos que nos acercamos a tu altar para que así se extienda con la fuerza del Espíritu el Reino que tu Hijo nos proclamó. Padre, enséñanos a ser humildes.

 Padre atiende estas necesidades que tu pueblo, confiado, te presenta por mediación de Jesucristo nuestro Señor Amén.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 15: 2Cor 6, 1-10; Sal 97, 1-4; Mt 5, 38-42.
Martes 16: 2Cor   8, 1-9;  Sal 145,  2.5-9;  Mt 5, 43-48.
Miércoles 17: 2Cor 9, 6-11; Sal 111, 1-4.9; Mt 6, 1-6.16-18.
Jueves 18: 2Cor 11, 1-11; Sal 110, 1-4.7-8; Mt 6, 7-15.
Viernes 19: 2Cor 11, 18.21b-30; Sal 33, 2-7, Mt 6, 19-23. Se puede celebrar la memoria de San Romualdo, abad (Blanco)
Sábado 20: 2Cor  12,  1-10;  Sal 33,  8-13; Mt 6, 24-34.
Domingo 21: XII del Tiempo Ordinario. Job 38, 1.8-11, Sal 106, 23-26.28-31; 2 Cor 5, 14-17; Mc 5, 35-41.

miércoles, 3 de junio de 2015

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO CORPUS CHRISTI CICLO B - 7 JUNIO 2015

ESTO ES MI CUERPO, ESTA ES MI SANGRE


ORACION COLECTA

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.

PRIMERA LECTURA

Primera Lectura del libro de Éxodo 24,3-8

En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: «Haremos todo lo que dice el Señor.».
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió: «Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.».
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo: «Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 115)
Cuando te invoque, Señor, me escuchaste.

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?.
Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R.

Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. 
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava;
rompiste mis cadenas. R.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. R.

SEGUNDA LECTURA

Segunda Lectura de la carta a los Hebreos 9,11-15

Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo. Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 14,12-16.22-26

El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: « ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?».
Él envió a dos discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad, encontraran un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y, en la casa en que entre, díganle al dueño: "El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?" Les enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.».
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían. Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomen, esto es mi cuerpo.». Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.».
Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.

COMENTARIO

El día de Corpus celebramos el misterio de la presencia real de Jesucristo en la eucaristía. Jesús se hace presente en el pan y el vino para hacernos vivir con él y de él. Los primeros cristianos, en vez de pensar como nosotros: “Hay que ir a misa”, decían: “Necesitamos nuestro dominicum”. La Eucaristía o misa será para nosotros el gozo y la fuerza de nuestra vida cuando tengamos este sentimiento de necesidad: “No puedo pasar sin ella”. Es una cuestión de fe despierta hasta su más alto grado. La riqueza de la misa sólo se puede ver en la fe; ir a misa es ante todo sacudir nuestra fe. En medio de pensamientos tan diversos, ponernos otra ropa, llegar a tiempo, encontramos con los demás, tener una función en la celebración, aguardar una buena homilía, sólo hay una cosa esencial: no faltar a nuestra cita con Jesucristo. Esa cita con el invisible depende por entero de nuestra fe, que es la única capaz de  forzar lo invisible. ¿Una cita con Cristo? Al ofrecernos su presencia eucarística, Jesús nos invita a trabajar en el mundo entero.  Nos dice: “Tomen”. Yo le digo: “Si Señor, quiero tomarte, quiero recibirte, a ti”. No vamos hacia otra cosa, vamos hacia ti, te tomamos a ti. Tomar a Jesús es aceptar entrar en  las ideas de Dios en la valentía de aquel que vino a salvar al mundo. ¡Tomen! Es mi cuerpo, es mi vida. Sí, Señor, tomo tu vida para vivir como tú. Sabemos a qué nos compromete esto: vivir como Jesús es escoger amar. Cuando se comprende esto, se ve hasta qué punto es vano amar como Jesús sin la misa. ¡Él lo sabía bien!. No somos nosotros los que inventamos la eucaristía, sino  él: “Para poder  vivir como yo, tómenme; soy yo”.
Este domingo tenemos una cita con Jesús, la fiesta del Corpus Christi: celebremos la Eucaristía,  recibámoslo en comunión y llevémoslo en procesión por nuestras calles con el fin de tributarle a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud.
Esta fiesta se remonta a finales del siglo XIII en Lieja, Bélgica, por un Movimiento Eucarístico cuyo centro fue la Abadía de Cornillón fundada en 1124 por el Obispo Albero de Lieja y que dio origen a varias costumbres eucarísticas, como por ejemplo la Exposición y Bendición con el Santísimo Sacramento, el uso de las campanillas durante la elevación en la Misa y la fiesta del Corpus Christi. Los cristianos atestiguamos nuestra gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

PLEGARIA UNIVERSAL

A Dios Padre, que por amor, entrego a su propio Hijo, en este día del amor hecho pan eucarístico presentamos las necesidades de su Iglesia por intercesión de Jesucristo: Padre, alimenta a tu pueblo en su caminar.

1.- Padre, sé sustento para tu Iglesia, en estos momentos de dificultad para que unidos a Cristo  que es la cabeza logremos salir triunfantes junto a Él en nuestra lucha con el Maligno. Padre, alimenta a tu pueblo en su caminar.

2.- Padre, ilumina con tu verdad a todos los jefes de estado y gobernantes de las naciones, para que sepan guiar a sus pueblos por sendas de paz y prosperidad. Padre, alimenta a tu pueblo en su caminar.

3.- Padre, atiende a todos aquellos necesitado del pan material, a todos aquellos que están sin trabajo o aquellos que están apurados.  Padre, alimenta a tu pueblo en su caminar.

4.- Padre, da tu consuelo a todo aquellos que sufren de alguna enfermedad, para que pronto se vean sanos y puedan trabajar con más ahínco en la propagación del mensaje de Salvación que nos trajo Jesucristo.  Padre, alimenta a tu pueblo en su caminar.

Padre atiende estas necesidades de tu pueblo que por medio de tu Hijo, Santísimo Sacramento del altar te presenta. A ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 08: 2Cor 1, 1-7; Sal 33, 1-5; Mt 5, 1-12.
Martes 09: 2Cor 1, 18-22; Sal 118, 129-135; Mt 5, 13-16.
Miércoles 10: 2Cor 3, 4-11; Sal 98, 5-9; Mt 5, 17-19.
Jueves 11: San Bernabé apóstol (MO) Hch 11, 21b-26, 13, 1-3; Sal 97, 1-6; Mt 10, 7-13.
Viernes 12: El Sagrado Corazón de Jesús (S) Os 11, 1b-3-4.8c-9; Sal de Is 12, 2-6; Ef 3, 8-12.14-19; Jn 19, 31-37.
Sábado 13: El Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen (MO) Is 61, 9-11; Sal de 1Sam 2, 1.4-8; Lc 2, 41-51.
Domingo 14: XI del Tiempo Ordinario. Ez 17, 22-24; Sal 91, 2-3.13-16; 2Co 5, 6-10; Mc 4, 26-34.