viernes, 27 de septiembre de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXVI TIEMPO ORDINARIO CICLO C - 29 SETIEMBRE 2013

RECIBISTE BIENES Y LÁZARO MALES


PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Amós 6,1a.4-7

Así dice el Señor todopoderoso: «¡Ay de los que se fían de Sión y confían en el monte de Samaría!. Se acuestan en lechos de marfil; arrellenados en divanes, comen carneros del rebaño y terneras del establo; canturrean al son del arpa, inventan, como David, instrumentos musicales; beben vino en copas, se ungen con perfumes exquisitos y no les duelen del desastre de José. Pues encabezarán la cuerda de cautivos y se acabará la orgía de los disolutos.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 145)

Alaba, alma mía, al Señor

Él mantiene su fidelidad perpetuamente,
él hace justicia a los oprimidos,
él da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6,11-16

Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos. En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él honor e imperio eterno. Amén.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas. Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó: "Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas."
Pero Abrahán le contestó: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros.". El rico insistió: "Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento." Abrahán le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen." El rico contestó: "No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán." Abrahán le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto."».

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de  María,  la  Virgen,  y  se  hizo  hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades para que nadie le falte nunca la ayuda de nuestra caridad.

1.- Por la Iglesia, que se siente solidaria con todos, para que sea hogar abierto y acogedor. Roguemos al Señor.

2.- Por todos los que tienen responsabilidades en la sociedad, para que procuren la necesaria convivencia de todos los ciudadanos en el respeto y estima mutuos. Roguemos al Señor.

3.- Por los que sufren, para que nunca se sientan abandonados de sus hermanos y encuentren ayuda y consuelo. Roguemos al Señor.

4.- Por nosotros mismos, por nuestras familias, por nuestros amigos, para que tengamos siempre presentes, en nuestras relaciones, las palabras importantes de Cristo: “El que a ustedes recibe, a mí me recibe”. Roguemos al Señor.

5.- Por el descanso eterno de nuestros familiares y amigos que han dejado este mundo, para que encuentren perdón a sus pecados y el gozo contemplar un día el rostro de Dios. Roguemos al Señor.

Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, haz justicia a los que sufren injusticias y concédenos, que al escuchar tu palabra,, creamos que Cristo ha regresado verdaderamente de entre  los muertos y nos acogerá, al término de nuestros días, en el seno de nuestro padre Abraham. El que vive y reina por los siglos de los siglos.


COMENTARIO

Lucas termina su capítulo 16 con esta narración ejemplar en la que destaca la peligrosidad de las riquezas una vez más. Los personajes principales representan dos situaciones diametralmente distintas: la acomodada situación del rico y la incómoda situación del pobre, situaciones que se volverán del revés. El rico (curiosamente, no tiene nombre) aparece como un hombre sin otro ideal que pasarlo bien sin acordarse de los que lo pasan mal. Lázaro (=Eleazar, "Dios salva") es el pobre a quien el rico ha olvidado, pero de quien Dios se acuerda en todo momento.
Si el pobre no hubiera recibido absolutamente nada, hubiera ido sin duda a pedir a otra puerta. Lo que desde luego no recibía Lázaro era una auténtica prueba de amor fraterno.
Lo que el rico negaba al hombre pobre es lo que de alguna manera le daban los perros que se acercaban a lamerle las llagas. Según el judaísmo, todos los difuntos iban a parar al "infierno" o "seol", aunque no todos los difuntos iban a parar al mismo lugar: unos iban al "edén" o lugar de descanso, otros a la "gehenna" o lugar de tormento. Pero tanto los buenos como los malos esperaban en el "seol" el juicio definitivo de Dios al final de los tiempos. Entre el "edén" y la "gehenna" se abría un abismo infranqueable. Abrahán no atiende la súplica del rico y le hace ver que la diferencia entre su estado

y el de Lázaro no es más que una consecuencia lógica de la divina justicia.
Tampoco es atendida la segunda súplica del rico. De poco serviría enviar un mensajero a los parientes de Epulón que siguen en el mundo y amonestarles para que cambien de conducta. Porque el que no escucha a Moisés y a los profetas, tampoco hace caso aunque le hable un muerto resucitado que venga del otro mundo. Muchos vieron los milagros de Jesús y, sin embargo, no creyeron en él.
No se debe reducir la enseñanza de esta parábola a una enseñanza sobre la justicia de Dios, que premia a los buenos y castiga a los malos. Porque en realidad se trata sobre todo de una severa amonestación a cuantos buscan la felicidad en las riquezas y creen que éstas pueden salvarnos.
No sólo no salva la riqueza, sino que es altamente peligrosa. Porque la riqueza esclaviza al hombre, lo aparta de Dios, impide escuchar a los profetas y cierra los ojos y el corazón para ver y compadecerse de los pobres. Jesús no quiere darnos aquí una respuesta sobre las postrimerías. Supone simplemente una escatología elemental, corriente en el judaísmo de aquella época y, sin valorarla, la acepta como marco para criticar la conducta despreocupada y egoísta de los ricos.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 30: San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia (MO) Za 8, 1-8; Sal 101; Lc 9, 46-50.
Martes 01: Santa Terea del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (MO) Za 8, 20-23; Sal 86; Lc 9, 51-56.
Miércoles 02: Santos Ángeles Custodios (MO) Ne 2, 1-8; Sal 136; Lc 9, 57-62.
Jueves 03: Ne 8, 1-4ª.5-6.7b-12; Sal 18--, Lc 10, 1-12.
Viernes 04: San Francisco de Asís (MO) Ba 1, 15-22; Sal 78; Lc 10, 13-16.
Sábado 05: Ba 4, 5-12.27-29; Sal 68; Lc 10, 17-24.
Domingo 06: Ha 1, 2-3; 2, 2-4; Sal 94; 2Tm 1, 6-8.13-14; Lc 17, 5-10.

viernes, 20 de septiembre de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DEL DOMINGO XXV T.O. CICLCO C - 22 SETIEMBRE 2013

NO PUEDEN SERVIR A DIOS Y AL DINERO


PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Amos 8,4-7

Escuchen esto, los que exprimen al pobre, despojan a los miserables, diciendo: «¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?». Disminuyen la medida, aumentan el precio, usan balanzas con trampa, compran por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Jura el Señor por la gloria de Jacob que no olvidará jamás sus acciones.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 112)
Alaben al Señor, que alza al pobre

Alaben, siervos del Señor,
alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R.

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2,1-8

Te ruego, lo primero de todo, que hagan oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol –digo la verdad, no miento–, maestro de los gentiles en fe y verdad. Quiero que sean los hombres los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti?. Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.". El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo?. Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.". Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?". Éste respondió: "Cien barriles de aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas de trigo.".
Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta.". Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo les digo: Gánense amigos con el dinero injusto, para que, cuando les falte, los reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuiste de fiar en el injusto dinero, ¿quién se confiará lo que vale de veras?. Si no fuiste de fiar en lo ajeno, ¿lo suyo, quién se lo dará?. Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No pueden servir a Dios y al dinero.».

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de  María,  la  Virgen,  y  se  hizo  hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor.

1.- En un mundo en el que se busca sobre todo la eficacia, para que los más débiles de la sociedad no se vean despojados de sus derechos. Roguemos al Señor.

2.- Para que los creyentes valoremos la honradez, la austeridad, la sinceridad, la autenticidad, por encima de cualquier beneficio personal. Roguemos al Señor.

3.- Para que cuantos nos apreciamos de ser discípulos suyos entendamos las palabras de Jesucristo: “Quien quiera ser el primero sea el servidor de todos”. Roguemos al Señor.

4.- Para que los niños y jóvenes encuentren en la sociedad un lugar de acogida y de protección, que valore sus iniciativas y aspiraciones. Roguemos al Señor.

5.- Para que en las familias no se deje de promover las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, signo del amor de Dios a su Pueblo. Roguemos al Señor.

Dios nuestro, que nos llama a amarte y a servirte como a único Señor, ten piedad de nuestra débil condición humana y escucha nuestras oraciones; líbranos del deseo de poseer riquezas y haz que, alzando al cielo nuestras manos limpias, te rindamos un culto puro, agradable a tus ojos. Por Jesucristo nuestro Señor.

COMENTARIO

Nos encontramos ante una parábola que siempre ha tenido una interpretación dificultosa. Lo que más sorprende y extraña es el elogio que el Señor hace de la actuación del administrador, quien parece que falsifica los recibos de los deudores de su amo. Se trata quizás de una ocurrencia con alguna picardía; Jesús se hace con ella y la usa a su manera, que siempre resulta sorprendente. Esperaríamos una hermosa lección sobre la honradez, pero Jesús trata bien al administrador poco honrado, la historia o la parábola acaba con una última estafa: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. Pero fíjense bien que en el versículo 8 comienza el comentario del propio Jesús, designado expresamente por “Señor”. Y aquí viene el susto: “El Señor alabó a aquel administrador injusto”. Era muy fácil, muy vulgar denunciar la falta de honradez. Jesús va a conducirnos a un terreno más original: el empleo astuto del dinero.
Primera gran lección: hay que ser vivos y despiertos. Miren a ese hombre en apuros, el cielo se le ha caído encima, sólo tiene unas horas para reaccionar y reacciona perfectamente. Imítenlo ustedes, los hijos de la luz: ante un golpe duro no se hundan en lamentos e indecisiones, sean vivos. ¿Un sinvergüenza? Si, pero aquí se nos pide que sepamos ser lo bastante listo para coger lo que hay de bueno en este ejemplo, rechazando lo malo.
Segunda lección: Para Lucas, todo dinero es injusto. Ahora bien: si uno lo usa –desprendiéndose de él- para "ganarse amigos", hace una buena inversión no en términos bursátiles, ni bancarios, sino en términos humanos cristianos. El injusto dinero, como encarnación de la escala de valores de la sociedad civil, sirve de piedra de toque para ensayar la disponibilidad del discípulo a poner al servicio de los demás lo que de hecho no es suyo, sino que se lo ha apropiado en detrimento de los desposeídos y marginados.
La parábola termina con esta frase lapidaria: “No pueden servir a Dios y al dinero”. La piedra de toque de nuestro amor a Dios es la renuncia al dinero. El amor al dinero es una idolatría. Hay que optar entre dos señores: no hay término medio. El campo de entrenamiento de esta opción es el mundo, la sociedad, donde los discípulos de Jesús tienen que compartir lo que poseen con los que no lo tienen, con los oprimidos y desposeídos, los desheredados de la tierra.
El afán de dinero es la frontera que divide el mundo en dos; es la barrera que nos separa de los otros y hace que el mundo esté organizado en clases antagónicas: ricos y pobres, opresores y oprimidos; el ansia de dinero es el enemigo número uno que imposibilita que el mundo sea una familia unida donde todos se sienten a la mesa de la vida. Por eso el discípulo, para garantizarse el futuro, debe estar dispuesto en el presente a renunciar al dinero que lleva a la injusticia y hace imposible la fraternidad.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 23: San Pio de Pietrelcina, presbítero (MO) Esd 1, 1-6; Sal 125; Lc 8, 16-18.
Martes 24: Esd 6, 7-8.12b.14-20; Sal 121; Lc 8, 19-21.
Miércoles 25: Esd 9, 5-9; Sal: Tb 13, 2-5.8; Lc 9, 1-6.
Jueves 26: Ag 1, 1-8; Sal 149; Lc 9, 7-9.
Viernes 27:  San Vicente de Paul, presbítero  (MO) Ag 2, 15—2, 9;  Sal 42, Lc 9, 18-22.
Sábado 28: Za 2, 5-9.14-15ª; Sal: Jr 31, 10-12ab-13; Lc 9, 43b-45.
Domingo 29:  Am 6, 1ª.4-7; Sal 146; 1Tm 6, 11-16; Lc 16, 19-31.


EJEMPLOS PREDICABLES DEL EVANGELIO DOMINGO XXV T.O. CICLO C

Astucia pastoral

En una cárcel había un criminal que había de ser fusilado... Un padre capuchino le visitó varias veces y le ofreció los auxilios de la religión... mas el reo los rechazó rabiosamente...
La noche anterior a la ejecución el padre capuchino volvió a la celda del condenado y éste lanzóle una mirada siniestra.
- Jorge - le dice el sacerdote- no vengo para eso; vengo para otra cosa...
_ ¿Para qué viene?
El padre capuchino saca una botella de cerveza, queso, mantequilla, pan, dulces... y lo pone todo sobre la mesita. Jorge mira extrañado.
- Mañana, a estas horas, ya no estarás con nosotros - le dice el capuchino -. Mira, Jorge, he querido darte un gustazo. Lo mismo que hubiera hecho tu madre si viviera. Todo esto es para ti.
En los, ojos de Jorge, que no había llorado desde niño, asoman gruesas lágrimas. Se levanta, abraza al padre capuchino y, con emoción indescriptible, le dice:
-¡Ah, usted es el primero que me quiere!
El hielo se había derretido por los cálidos rayos del amor de un buen carácter. El sacerdote ganó un amigo y salvó un alma para Dios.
Modelad vuestro carácter; forjaos un buen carácter que sea centro de atracción y de alegría, conquistador de voluntades.

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La conciencia del fraudulento

Murió en Roma un hombre tramposo y lleno de deudas, y, al hacer almoneda de sus cosas los acreedores, se presentó Julio César diciendo que le reservaran la cama, porque él quería quedarse con ella.
- ¿La cama, señor? – exclamaron asombrados.
- Sí – dijo el general -, la cama; porque yo duermo muy mal, y una cama en que podía dormir un hombre tramposo tiene que tener una virtud especial contra los insomnios.

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Restituir lo mal habido

Hay un caso curioso en un viejo pergamino empolvado:
Conjuraba un sacerdote a un endemoniado, y a fuerza de exorcismos echó afuera los demonios y los obligó a que confesaran sus nombres.
«Somos tres hermanos—dijo uno de ellos—, que solemos atacar juntos a los hombres. Yo me llamo Cierra-Corazón, porque tengo por oficio cerrarles el corazón para que no se arrepientan de sus culpas. Si alguno se arrepiente, viene mi hermano, que se llama Cierra-Boca, el cual procura que, aunque estén arrepentidos, no se confiesen. Y, si se arrepienten y se confiesan, viene mi otro hermano, que se llama Cierra-Bolsa, el cual trabaja para que el que se confiesa no restituya lo robado. A nosotros se nos escapan muchos, pero a éste son muy pocos los que se le escapan.»
¡Qué gran verdad encierra esta sencilla parábola! El demonio Cierra-Bolsa es el amo y señor de nuestros contemporáneos. Porque, en cuanto a robar, son innumerables los que roban, pero, por lo que hace a restituir, apenas restituye ninguno.
Luego se condenarán para siempre. Porque aquello de «o restitución o condenación» no ha perdido su vigencia por el hecho de que sean muchos los que no restituyen.
Los que han robado pueden arrepentirse y confesarse, paro si no devuelven a su legítimo dueño lo robado, ni su arrepentimiento es verdad, ni eficaz su confesión. El peso de lo ajeno tirará de ellos hacia el infierno.

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La riqueza hace inicuo al hombre

Un usurero, oyendo un sermón en el que se hablaba de la restitución, vio la enormidad de sus pecados y resolvió hacer las paces con Dios.
Llególe al poco tiempo una enfermedad de muerte y, apretado por su conciencia, llamó al predicador y le dijo que quería restituirlo todo y ponerse a bien con Dios.
Quedó se admirado el confesor y le dijo:
-Pues bien, es obligado el restituir. Si tiene usted amigos, llámelos y deles una lista con las deudas y las víctimas.
Hízolo así el hombre y, llamando a cuatro de sus amigos, les confió todo lo que le había dicho el confesor.
Fue otra vez el confesor a verle y se retiró muy contento: Pero he aquí que, cuando hacía su oración, vio a un diablo jovencito que lloraba desesperado. Al poco quedó atónito al ver entrar otro diablo viejo riéndose a carcajadas.
-Anda; déjate de lloriqueos - dijo el diablo viejo al joven, que, si has perdido uno, en cambio has ganado cuatro. Mira ahora si puedes hacer que estos cuatro se queden con el dinero.
Del usurero se sabe que murió santamente, pero de los otros cuatro no se sabe cómo murieron ni adónde fue a parar su alma.
(Mauricio Rufino, Vademécum de ejemplos predicables, Ed. Herder, Barcelona, 1962, nn. 704.705.706.1029)

sábado, 14 de septiembre de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXIV TIEMPO ORDINARIO CICLO C - 15 SETIEMBRE 2013


LA MISERICORDIA DE DIOS


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo 32,7-11.13-14

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: «Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: "Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto."».
Y el Señor añadió a Moisés: «Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo.».
Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: «¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto con gran poder y mano robusta?. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: "Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a su descendencia para que la posea por siempre."» Y el Señor se  arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 50)

Me pondré en camino adonde está mi padre

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Señor, me abrirás los labios, 
y mi boca proclamará tu alabanza.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado, 
tú no lo desprecias. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1,12-17.

Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio. Eso que yo antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero Dios tuvo compasión de mí, porque yo no era creyente y no sabía lo que hacía. El Señor derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús. Pueden fiarse y aceptar sin reserva lo que les digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero. Y por eso se compadeció de mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 15,1-32.

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.».
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra?. Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitaciones! he encontrado la oveja que se me había perdido." Les digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra?. Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: "Felicitaciones!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Les digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.».
También les dijo: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba comer. Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros." Se puso en camino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.".
Pero el padre dijo a sus criados: "Saquen en seguida el mejor traje y vístanlo; pónganle un anillo en mano y sandalias en los pies; traigan el ternero cebado y mátenlo; celebramos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado." Y empezaron el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: "Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud." Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Y él replicó a su padre: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tu bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.".
 El padre le dijo: "Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."».

PLEGARIA UNIVERSAL

Imploremos hermanos, las misericordias de Dios y pidámosle que escuche las oraciones de los que hemos puesto nuestra confianza en él.

1.-  Para que la Iglesia sea signo de la misericordia de Dios en medio del mundo por su espíritu de perdón y de reconciliación. Roguemos al Señor.

2.- Para que nuestra sociedad, que fomenta el pecado y se muestra intransigente con los culpables, reconozca sus errores y defectos con humildad. Roguemos al Señor

3.- Para que, en la administración de la justicia, prevalezca el espíritu de la verdad y no haya distinción de ningún tipo. Roguemos al Señor.

4.- Para que aprendamos que el amor de Dios es más fuerte que todas nuestras culpas. Roguemos al Señor.

Dios de bondad, Padre de todo consuelo, atiende las suplicas de quienes nos acogemos a tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.

COMENTARIO

Lucas se hace eco, en el marco narrativo inicial, de una situación de malestar existente entre fariseos y letrados por la favorable acogida de Jesús a publicanos y pecadores. A continuación nos ofrece el punto de vista de Jesús a través de tres parábolas. Este recurso a las parábolas es indicio claro de que Jesús no comparte el planteamiento que está a la base del malestar de los fariseos y letrados. Las parábolas tienen dos fines: Jesús defiende con ellas su postura y en este caso, el gesto del perdón que ofrece a los perdidos. Por otro lado,
 Jesús muestra con ellas el auténtico rostro de Dios sobre la tierra. A través de las parábolas, Dios se ha revelado como fuerza de un amor que salva y crea. Veamos. Cualquier pastor que ha perdido una oveja coloca a las otras en sitio seguro y se arriesga a buscar la que falta.
La mujer que ha extraviado una moneda no se ocupa de las otras; ilumina su morada y limpia todo hasta encontrarla. En ambos casos se suscita el mismo gozo: la alegría de encontrar de nuevo aquello que estaba ya perdido.
Pues bien, dice Jesús, la forma de actuar de Dios es semejante. No le basta con los justos; no se ocupa simplemente de los buenos. Dios atiende especialmente a los que viven en peligro (15. 3-10). Este amor justifica la actitud de Jesús y de la Iglesia con respecto a los pequeños, los perdidos, pecadores y extranjeros.
Continúa el tema con la parábola del padre que perdona (Lc 15. 11-32). El hijo menor ha malgastado su vida y su fortuna lejos de casa. El padre le ha dejado porque sabe que ya es adulto y tiene libertad para trazar la ruta de su vida. Pero cuando el hijo vuelve, el padre le sale al encuentro y le abraza.
No le reprocha nada, ni pregunta los motivos o razones de su vuelta. Sabe simplemente que retorna, conoce su miseria y le ofrece sin más amor y casa. Evidentemente esta imagen del padre que acoge al perdido y le ama es muy apropiada para indicar la fuerza del perdón de Dios y su manera de tratar a los necesitados y pecadores de la tierra. El padre no ha salido al encuentro de su hijo, no va por los caminos y ciudades a buscarlo.
Por el contrario, el pastor y la mujer lo dejaron todo y se esforzaron por hallar la oveja y la moneda que perdieron. Esto mismo indica que el punto culminante de nuestra parábola no está en el amor del padre que perdona. Ese amor se presupone. A los justos de Israel (el hijo mayor) les duele que el padre acoja a los perdidos y les ofrezca su banquete. Pensaban que la casa era de ellos y podían organizar a su manera las leyes de lo bueno y de lo malo.
Ahora, en cambio, han descubierto que la ley del padre es diferente y se sienten postergados, contrariados y molestos. Dios es padre que a todos ofrece la gracia de un perdón y la posibilidad de una existencia nueva; su alegría está precisamente en ayudar a los que están extraviados o en peligro.
 Jesús se ha presentado como la "encarnación" del perdón creador de Dios en medio de los hombres.
  
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 16: San Cornelio, papa y San Cipriano Obispo y mártires (MO) 1Tm 2, 1-8; Sal 27; Lc 7, 1-10.
Martes 17: 1Tm 3, 1-3; Sal 100; Lc 7, 11-17.
Miércoles 18: San Juan Macías, religioso (F) Sb, 7, 7-10.15-16; (o bien 1Co 1, 26-31); Sal 130; Lc 12, 32-34.
Jueves 19: 1Tm 4, 12-16; Sal 110; Lc 7, 36-50.
Viernes 20:  San Andrés Kim Taegon, presbítero –Santos Pablo Chong Hasang y compañeros, Mártires (MO). 1Tm  6, 2c-12; Sal 48; Lc 8, 1-3.
Sábado 21: San Mateo, apóstol y evangelista (F) Ef 4, 1-7.11-13; Sal 18; Mt 9, 9-13.
Domingo 22: Am 8, 4-7; Sal 112; 1Tm 2, 1-8; Lc 16, 1-13.


viernes, 6 de septiembre de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DEL DOMINGO XXIII TO. CICLO C - 08 DE SETIEMBRE 2013

DOMINGO XXIII TIEMPO RODINARIO CICLO C – 08 OCTUBRE 2013




PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de la Sabiduría 9,13-18

Qué hombre conoce el designio de Dios? ¿Quién comprende lo que Dios quiere?. Los pensamientos de los mortales son mezquinos, y nuestros razonamientos son falibles; porque el cuerpo mortal es lastre del alma, y la tienda terrestre abruma la mente que medita. Apenas conocemos las cosas terrenas y con trabajo encontramos lo que está a mano: pues, ¿quién rastreará las cosas del cielo?. ¿Quién conocerá tu designio, si tú no le das sabiduría, enviando tu santo espíritu desde el cielo? Sólo así fueron rectos los caminos de los terrestres, los hombres aprendieron lo que te agrada, y la sabiduría los salvó.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 89 )

Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación

Tú reduces el hombre a polvo, diciendo:
«Retornad, hijos de Adán.».
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó;
una vela nocturna. R.

Las siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?.
Ten compasión de tus siervos. R.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón 9b-10.12-17

Yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión; te lo envió como algo de mis entrañas. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano. Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 14,25-33

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar." ¿O que rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.».

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de  María,  la  Virgen,  y  se  hizo  hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras plegarias y atienda nuestras peticiones y digámosle: QUE MARIA, NUESTRA MADRE, INTERCEDA POR NOSOTROS:

1.- Por la Iglesia de Dios, para que, por medio de la Virgen María, ilumine y ayude a las personas que tienen dificultades en creer y buscan al Señor sinceramente.

2.- Por la unión de las Iglesias, para que todos los cristianos trabajemos juntos en unión con María nuestro Madre.

3.- Por los enfermos y necesitados de atención física o espiritual para que confíen en todos nosotros, que con la ayuda de la Virgen María les asistiremos.

4.- Por los vocaciones sacerdotales y religiosas, para que nunca falten en la Iglesia ministros que anuncien la Palabra y administren los Sacramentos.

5.- Por cada una de nuestras intenciones personales, para que Dios en su infinita misericordia nos conceda lo que le suplicamos con fe.

Señor  Dios todopoderoso y eterno, que sabes que apenas si conocemos las cosas de la tierra y con trabajo descubrimos el rastro de las del cielo, escucha nuestras oraciones y envíanos la sabiduría de tu Espíritu, para que como verdaderos de tu Hijo, llevemos nuestra cruz de cada día y unidos a él, sigamos fielmente tus caminos. Por Jesucristo nuestro Señor.

COMENTARIO

Dice el evangelio que "mucha gente acompañaba a Jesús". El paso del Señor, con sus milagros admirables, con su enseñanza sorprendente, con su persona fascinadora, iba arrancando "seguidores", con toda la carga de entusiasmo y también de ambigüedad. “Si alguno viene a mí y no me ama más que...”. ¿A quién dijo esto Jesús? : “volviéndose a un gran gentío”,
Jesús pide que lo prefieran a él por encima de todo lo demás. El “cristiano” no se define como una persona que ha optado por una ideología, por unas creencias y unos principios, ni siquiera por un comportamiento.
No, el cristiano es esencialmente un hombre que un día comprendió que Jesús le pide que lo prefiera a él a todo lo demás.  Si él ve que esto es una locura, pero que es maravilloso, es que el amor ha entrado en su vida. No un amor, sino el amor en el cual y por el cual lo amará todo y lo vivirá todo. Hay que multiplicarse en “todo”, porque mientras que con Jesús se viva algo parcial, con “peros” y con “condiciones” se estará dando vuelta en torno a la fe cristiana, pero sin entrar en ella. 
A esta indispensable reflexión es a la que aluden las dos parábolas sobre la torre y la batalla. Incluso hay que hacer notar que para seguir a Jesús uno debe sentarse a calcular, pues seguirlo no siempre es fácil... Pero quizás sea una tentación insistir demasiado sobre todo en unas perspectivas desalentadoras: “Llevar la cruz... renunciar a sus bienes...” No, hay que ir directamente a la declaración de amor: “Jesús, quiero amarte por encima de todo”. Si nuestra declaración es todavía tímida y vacilante no nos preocupemos. Se lo decimos a uno que no dejará de seducirnos mil veces más de lo que nosotros    intentaremos   amarlo.  Es  una escalada absolutamente única del amor que se apoya en dos seguridades tan firmes como una roca. La primera es esa invitación a Cristo a amarlo por encima de todo lo demás. Es él el que ha lanzado la idea. El es más que todo y está por encima de todo porque lo es todo. Amarle exige un corazón inmenso y un ansia enorme de vivir, no una rendición a nuestra tarea de hombres. 
Nuestra segunda seguridad: los ejemplos. Hace dos mil años que muchos hombres y mujeres vienen diciéndole a Jesús: “Te prefiero a todo lo demás” ¿Ha habido acaso uno solo que haya quedado decepcionado? ¿Uno solo de los que creyeron realmente en ese amor, de los que intentaron vivirlo realmente? Algunos de ellos, los santos canonizados, nos han dado un ejemplo bien visible. Otros, millares y millares, dirán algún día que hacer esta apuesta por el amor de Cristo no siempre resultó fácil, pero a qué otra cosa puede verse convidado un hombre en esta tierra que sea más ambicioso y más plenificante? Jesús el que nos lo aconseja. ¡Su amor nos va a costar!..
Muchos vacilaremos; no son muchos los que hoy le dicen al Señor “quiero preferirte a todo lo demás”, al menos por lo que de ordinario se ve y se escucha. Pero miremos ante todo el amor que podríamos vivir con Jesús y entonces echemos nuestros cálculos, permaneciendo a la luz de este amor. ¡A qué renunciar, qué cruz llevar, a qué otro amor habrá que decir que no si no lo podemos vivir junto a Jesús?
No se podrá seguir a Jesús cargado de maletas, ni tampoco cantando todo el tiempo. Pero ¡Qué sol es el que nos acompañará en el camino! Lo ha prometido Jesús  con una seguridad asombrosa: “El que me sigue no anda en la tinieblas”.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 09: Col 1, 24—2, 3;  Sal 61;  Lc  6,   6-11.
Martes 10: Col 2, 6-15; Sal 144; Lc 6, 12-19.
Miércoles 11: Col 3, 1-11; Sal 1 44;  Lc 6, 20-26.
Jueves 12: Col 3,  12-17;  Sal  150; Lc  6,  27-38.
Viernes 13:   San Juan Crisóstomo, Obispo y doctor de la Iglesia (MO) 1Tm 1, 1-2.12-14; Sal 15; Lc 6, 39-42.
Sábado 14: La Exaltación de la Santa Cruz (F) Nm 21, 4b-9; (o bien Flp 2, 6-11) Sal 77; Jn 3, 13-17.
Domingo 15: Ex 32, 7-11.13-14; Sal 50; 1Tm 1, 12-17; Lc 15, 1-32.