¿TENEMOS HAMBRE?
1º LECTURA: Rey. 4, 42‑44: Comerán y
sobrará
SALMO
RESPONSORIAL: Sal 144: Abres tú la mano, Señor, y nos sacias.
2º LECTURA: Ef. 4,1‑6: Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo
EVANGELIO: Jn. 6, 1‑15: Repartió a los que estaban sentados
todo lo que quisieron
La lectura del
evangelio de Marcos (precisamente cuando se llega a la multiplicación de los
panes) queda interrumpida durante cinco domingos por la del capítulo sexto del
evangelio de Juan sobre el pan de vida.
-"Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus
discípulos": Como antes de la proclamación de las Bienaventuranzas, Jesús
sube a la montaña y se sienta en actitud de enseñar. Se acerca la Pascua y la
gente se aglomera alrededor de Jesús, que plantea una pregunta que se parece a
la de Moisés para con Yahvé ante el pueblo hambriento en el desierto (Nm 11,
13). El evangelista, inmediatamente, nos aclara que en boca de Jesús la
pregunta tiene sólo un valor pedagógico.
-"Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de
peces": Un muchacho con la comida de los pobres, el pan de cebada más
asequible y unos peces secos.
-"Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los
repartió...": La acción de gracias se refiere a la bendición judía, pero
la expresión de repartir los panes él mismo, recuerda la última cena de la
narración sinóptica. No es extraño: la narración de la multiplicación de los
panes en todos los evangelios, al relacionarse estrechamente con el alimento
que recibe la nueva comunidad (la Eucaristía) recibió el influjo de su
lenguaje. Las referencias mutuas entre multiplicación de los panes y Eucaristía
están patentes en el arte cristiano de los primeros siglos.
-"Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los
cinco panes de cebada": Eco de la recogida del maná y también de los
sobras del pan eucarístico. También se ha visto simbolizada en la recogida, la
reunión de la Iglesia y, en las doce canastas, la obra de cada apóstol.
-"Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo": Una
primera relación que se establece entre Jesús que da aquel alimento del pan es
con Moisés, por cuya intercesión el pueblo recibió el maná. Pero también es
posible la relación con el profeta Eliseo por el episodio de la multiplicación
de los panes leído en la primera lectura. Seguramente que en las expectativas
populares las figuras mesiánicas se mezclaban, por eso no es extraño que, a
continuación, se hable de que querían "proclamarlo rey". Aquí hay una
identificación entre el profeta parecido a Moisés y el Mesías rey. Jesús es
visto por la gente de Galilea como aquel que viene a dar cumplimiento a las
expectativas de salvación prometidas en el AT y, muy a menudo, representadas
por medio de un banquete abundante.
Jesús sació a hombres que tenían hambre y reveló su misterio a partir de
una realidad terrestre. El pan que repartió no era solo sobrenatural: no es
posible revelar el pan de la vida eterna sin comprometerse realmente en las
tareas de solidaridad humana. El amor a los pobres, lo mismo que a los
enemigos, es el test por excelencia de la calidad de la caridad. Reconocer a
los pobres el derecho a recibir el pan de vida es comprometerse hasta el final
con las exigencias del amor y materializar en una nueva multiplicación de los
panes a escala del planeta el gesto alimenticio iniciado por Cristo.
Pbro.
Roland Vicente Castro Juárez