viernes, 24 de mayo de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DE SANTISIMA TRINIDAD CICLO 26 MAYO 2013

¿PUEDE VIVIRSE EL MISTERIO DE LA TRINIDAD?.




PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Proverbios 8,22-31

El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas.
En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra.  Antes de los abismos fui engendrada, antes de los manantiales de las aguas.  Todavía no estaban aplomados los montes, antes de las montañas fui engendrada.
No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los primeros terrones del orbe.
Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda sobre la faz del abismo; cuando sujetaba el cielo en la altura, y fijaba las fuentes abismales.  Cuando ponía un límite al mar, cuyas aguas no traspasan su mandato; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia: jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombre.

04.- SALMO RESPONSORIAL (Sal 8, 4-5. 6-7a. 7b-8)

Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?. R.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R.

Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5,1-5

Hermanos: Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos; y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.  Más aún, hasta nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce constancia; la constancia, virtud probada; la virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 16,12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Muchas cosas me quedan por decirles, pero no pueden cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, les guiará hasta la verdad  plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y se comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío y se  lo anunciará.

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén

PLEGARIA UNIVERSAL

Escucha Dios Padre las suplicas que te dirigimos en esta fiesta grande de la trinidad en la que festejamos tu gran amor. Roguemos al Señor.

1.- Por el Papa Francisco, por nuestro Obispo Monseñor José Antonio Eguren y por todos los obispos de la tierra, para que el ejemplo de amor de la Trinidad Santísima llene todas las acciones de nuestros pastores. Roguemos al Señor.

2.- Por todos los sacerdotes de la Iglesia de Dios y por nuestro párroco para que el amor trinitario conduzca todas sus acciones y cuiden solícitamente del rebaño a ellos confiados. Roguemos al Señor.

3.- Por los responsables de la economía del todo el mundo  para que su trabajo sirva para el bienestar de todos los pueblos y se termine todo abuso económico y social. Roguemos al Señor.

4.- Por los pobres, los ancianos, los enfermos crónicos, los disminuidos físicos y psíquicos para que reciban consuelo de los hermanos desde la percepción del amor intenso y total de la Trinidad. Roguemos al Señor.

5.- Por todos nosotros,  que nos hemos reunido para festejar con alegría al Dios Uno y Trino para que nos alcance el amor del Padre, la gracia de Jesucristo y la comunión del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.

Que Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo acepte estas plegarias que con corazón contrito y animo humilde dirigimos a la Trinidad Santísima y lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo que vive y Reina con Dios Padre y el Espíritu Santo. Amen.

COMENTARIO

La peor manera de tocar el tema de la Trinidad es la curiosidad: “¿Cómo tres es igual a uno?”. Jesús no es el maestro de la curiosidad, sino el maestro de la experiencia.
Nos ha dicho: hagan la experiencia del amor del Padre. Hoy nos dice: hagan la experiencia de la ciencia del Espíritu y verán cómo él les conduce a la verdad completa.
De esta forma, nuestra aproximación de la Trinidad se convierte en nuestra manera de portarnos con Jesús, con el Padre y con el Espíritu. ¿Acaso esto nos divide? ¿Nos convierte en unos críticos o en unos carismáticos que, de todas formas, se olvidan un poco del Padre?
Es posible que reaccionemos así, pero Jesús nos orienta hacia algo muy distinto de la dispersión. “Todo lo que posee el Padre es mío, y lo que les comunicará el Espíritu, lo ha recibido de mí”. ¿Es posible evocar mejor la unidad trinitaria?.
Esto se traduce para nosotros en la unidad de la revelación. No hay una revelación del Padre que sea la del Antiguo Testamento, luego una revelación del Hijo en los evangelios, y finalmente una revelación del Espíritu en la vida de la iglesia.
Algunas visiones del judeocristianismo imaginan este proceso, pero ¡eso sí que es dividir  la Trinidad!
En realidad es la misma revelación la que progresa a lo largo de los siglos según la  evolución de los hombres y la pedagogía de Dios, se trata siempre de la revelación del Padre, del Hijo y del Espíritu. Cuando Jesús  nos dice que el Espíritu nos guiará “hacia la verdad plena” y lo llama “El Espíritu de verdad” podría creerse que nos ofrece a un teórico de la religión.
Pero basta con leer los Hechos de los apóstoles, el evangelio del Espíritu, para ver que seguimos estando en la verdad evangélica, es decir en una “práctica”, en una vida según Jesús  que tiene que transformarnos en verdaderos  hijos de Dios.
 El Espíritu nos enseña haciéndonos vivir. Seguiremos estando en el mundo de la experiencia, única base de la fe y de la devoción trinitaria.
Esta experiencia del Padre, del Hijo y del Espíritu se irá elaborando poco a poco como teología, pero en su punto de partida está el triple encuentro con Yahvé con Jesús y con el Espíritu de Pentecostés; la Trinidad será siempre un misterio que vivir. ¿No es un misterio que escudriñar?.
Si, pero para vivirlo mejor. ¿Cómo vivirlo?. Por el evangelio si es para nosotros una llamada a realizar constantemente una triple experiencia trinitaria.
La de la oración que va  modelando poco a poco en nosotros un  corazón de  hijos: “¡Padre, venga a nosotros tu reino!”.
La experiencia fraternal que nos hace comulgar con Jesús: “Amen como yo y por medio de mí”. Y finalmente la experiencia de la fuerza de vivir: el coraje de realizar nuestra tarea humana en cualquier situación según las inspiraciones  del Espíritu.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 27: Eclo 17, 20-28; Sal  31; Mc 10, 17-27.
Martes 28: Eclo 35, 1-15;  Sal 49; Mc 10, 28-31.
Miércoles 29: Eclo 36, 1-2ª.5-6.13-19;Sal 78; Mc 10, 32-45.
Jueves 30: Eclo 42, 15-26; Sal 32; Mc 10, 46-52.
Viernes 31: Sof 3, 14-18; Is 12; Lc 1, 39-56.
Sábado 01: Eclo 51, 17-27; Sal 18;: Mc 11, 27-33.
Domingo 02: Gen 14, 18-20; Sal 109; 1Cor 11, 23-26; Lc 9, 11b-17