jueves, 28 de enero de 2016

LECTURAS Y COMENTARIO IV DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO C - 31 ENERO 2016

¿RECHAZAR A JESÚS?

Sinagoga de Nazareth - Israel

ORACION COLECTA

Señor Concedemos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda también a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Jeremías 1,4-5.17-19

En tiempo del rey Josías, el Señor me dirigió la palabra y me dijo: «Antes que te formara en el seno materno, me fijé en ti, antes que nacieras, te consagré a mi servicio y te hice profeta para las naciones. Así pues, manos a la obra: ponte en pie y diles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, y yo no te haré temblar ante ellos. Mira: yo te convierto hoy en ciudad fortificada, en columna de hierro, en muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá, a sus reyes y sus notables, a los sacerdotes y a la masa del pueblo. Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán, pues yo estoy contigo para librarte. Yo, el Señor, doy mi palabra.».

SALMO RESPONSORIAL (70)

Mi boca contara tu salvación, señor

A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído y sálvame. R.

Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R.

Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 12, 31-13,13

Hermanos: Aspiren a los carismas mejores. Pero todavía hay un camino más perfecto, y se lo voy a mostrar. Si yo hablo las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, soy una campana que suena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y conozco todos los misterios y poseo todos los conocimientos, y tengo toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Si reparto todos mis bienes a los pobres y me glorío de entregar la vida, pero no tengo amor, no me sirve de nada. El amor es paciente, el amor es bondadoso, no es envidioso, no hace alardes, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no es rencoroso, no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. El amor todo lo soporta, el amor todo lo sufre; cree sin límites, espera sin límites. El amor no pasará jamás. Nuestras profecías se acabarán, el hablar en lenguas se terminará, los conocimientos ya no harán más falta. Porque nuestros conocimientos y nuestras profecías son cosas imperfectas. Pero cuando llegue el momento de la perfección, lo imperfecto se acabará. Cuando uno es niño, habla como niño, juzga como niño, piensa como niño. Pero al hacerse adulto, ya no sigue actuando como niño. Actualmente vemos a Dios reflejado en imágenes y a través de símbolos. Pero al final lo veremos cara a cara. Ahora lo conozco imperfectamente, entonces lo conoceré como él me conoce a mí. Así pues, los dones que no pasan son estos tres: la fe, la esperanza y el amor. De ellos el más grande es el amor. «Palabra de Dios. Te alabamos Señor».

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 21-30

Después de leer el pasaje del profeta Isaías, Jesús comenzó a decir en la sinagoga de Nazaret: «Este pasaje de la Escritura se ha cumplido al escucharlo hoy ustedes.» Y todos le manifestaban su aprobación y estaban llenos de admiración por el lenguaje de misericordia que empleaba, y comentaban: «¿No es este el hijo de José?» Él les respondió: «Sin duda me aplicarán aquel dicho: “Médico, cúrate a ti mismo” y me dirán: Haz también aquí en tu patria todo lo que hemos oído decir que hiciste en Cafarnaún.» Y añadió: «Yo les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su patria. En verdad les digo que en tiempo de Elías, cuando dejó de llover por tres años y medio y hubo un hambre tan grande en todo el país, había muchas viudas en Israel; y sin embargo Elías no fue enviado a socorrer sino a aquella viuda que vivía en Sarepta, en el territorio de Sidón. Y también en tiempo del profeta Eliseo había muchos leprosos en Israel, y ninguno de ellos fue curado sino Naamán, que era de Siria.» Al  oír esto, todos en la sinagoga se llenaron de rabia, se pusieron de pie y sacaron a Jesús y lo llevaron hasta un barranco en la montaña donde está construida la población, con intención de despeñarlo. Pero él se abrió paso entre ellos y se alejó.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que escuche las oraciones de los que no s reunimos en su nombre:

1.- Por este domingo pidamos a Dios por la Iglesia Universal, de manera especial por las pequeñas comunidades de fe que se encuentran aisladas por diversas circunstancias, persecuciones y marginación, para que todas ellas perseveren unidas en la Palabra de Cristo y nosotros nunca nos olvidemos de ellas. Roguemos al Señor.

2.- Pidamos por los Obispos de nuestro país, para que con su trabajo y testimonio animen a nuestros hermanos de las comunidades más abandonadas. Roguemos al Señor.

3.- Pidamos por los sacerdotes de nuestra Iglesia, para que, renovados con el Espíritu de Cristo, sean fieles a su misión, testigos de la misericordia divina, y animen en la fe a los hermanos más débiles de nuestra comunidad. Roguemos al Señor.

4.- Pidamos por las familias de nuestra parroquia, para que se esfuercen en educar en valores cristianos, sean verdaderas escuelas de fraternidad, de comunión; corrijan con caridad y animen a vivir con esperanza cristina. Roguemos al Señor.

Padre de bondad y Dios de todo consuelo, que tanto amaste al mundo que le diste a tu Hijo Unigénito, muestra tu misericordia y danos tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Presentamos, Señor estas ofrendas en tu altar como signo de nuestra servidumbre, concédenos que al ser aceptadas por ti, se convierta par tu pueblo en sacramento de vida y redención. Por Jesucristo nuestro Señor.


ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Reanimados por estos dones de nuestra salvación, te suplicamos, Señor, que el Pan de vida eterna nos haga crecer continuamente en la fe verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor.

COMENTARIO

La lectura de este domingo es complemento de la semana anterior. Comienza con una reacción más bien llena de simpatía: “Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios”. Pero acaba con unas palabras de violencia: “Se pusieron furiosos y lo empujaron fuera del pueblo”. ¡Rechazar a Jesús!. ¡Rechazar a aquel que era el abrazo de Dios abierto para acoger a todos los hombres!.
Es tremendo, pero puede pasarnos también a nosotros. Y aunque no lleguemos a rechazarlos, el evangelio debe ponernos siempre en estado de alerta. ¿Por qué la gente de Nazareth pasa de  la admiración al odio? Jesús debió sentir ironías mucho más fuertes que las que nos dice el texto y no vacila en sacar las consecuencias: las gracias de salvación que venía a ofrecerles las recibirán otros,  como ocurrió con la viuda  fenicia y con el leproso sirio, que fueron escuchados a pesar de no ser judíos.
Esta apertura a los paganos les molesta; no pueden  creer  en ese hombre. A lo largo de los siglos, se rechazará a Jesús por otras razones, pero en la base de todas las repulsas estará el mismo rechazo fundamental que se nos sugiere aquí con la perplejidad de su auditorio: “No es más que el hijo de José”. Los que piensan que Jesús es sólo un hombre, aun cuando lo admiren mucho, no pueden darle en sus pensamientos y en su vida el lugar enorme que exige. Aceptan al hombre, pero rechazan al Hijo de Dios. Esto quizás no sea nuestro caso, pero buscamos acomodar a Jesús a nuestras ideas o a nuestro ambiente que equivale a rechazar su espíritu y por tanto a rechazarlo a él. Ante las aperturas de la Iglesia, de un obispo o sacerdote surge nuestra reticencia y enfado: “Sería mejor que se dedicara a los buenos cristianos”. Cada vez que estrechamos el ofrecimiento de la salvación, rechazamos a Jesús. También podemos aceptar a Jesús de buena gana con tal de que le deje vivir tranquilos. Pero un acontecimiento que los pone ante una exigencia evangélica y les parece tan inadmisible hace que acuda la repulsa de nuestra parte: “¡No puedes pedirme eso!”. Empujan a Jesús “fuera de su pueblo”, fuera de su vida.  No hay nada  tan desolador como ver tanta fe y hasta una vida tan larga de fidelidad, transformarse  en desconocimiento, en abandono, en  odio. Muchos cristianos tienen el gran peligro de escoger del evangelio lo que les conviene y aquello que les fastidia  lo deja de lado. “Jesús se abrió paso entre ellos y se alejó”. Jesús pasa, con sus llamadas  con sus ofrecimientos. Generalmente es fácil decirle que sí;  el evangelio no está hecho para hombres excepcionales, sino  para los pequeños. Pero cuando eso resulta más duro, no olvidemos que sólo él tiene “palabras de vida eterna”, seguirá su camino al encuentro de otros que tengan más fe y más coraje

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 01: 2Sam 15, 13-14.30; 16, 5-13; Sal 3; Mc 5, 1-10.
Martes  02: La Presentación del Señor (F) Mal 3, 1-4; Sal 23; Heb 2 14-18; Lc 2, 22-40.
Miércoles 03: 2Sam 24, 2.9-17; Sal 31; Mc 6, 1-6.
Jueves 04: 1Re 2, 1-4.10-12; Sal de 1Cro 29, 10-12; Mc 6, 7-13.
Viernes  05: Santa Águeda, Virgen y Mártir (MO) Eclo 47, 2-11; Sal 17; Mc 6, 14-29.
Sábado 06: San Pablo Miki y compañeros, mártires (MO). 1Re 3, 4-13; Sal 118; Mc 6, 30-34.
Domingo  07: V del Tiempo Ordinario Is 6, 1-2ª.3-8; Sal 137; 1Cor 15, 1-11; Lc 5, 1-11.