martes, 26 de julio de 2016

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XVIII TIEMPO ORDINARIO CICLO C - 31 JULIO 2016

“¡INSENSATO!”


ORACION COLECTA

Oh Dios protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros el signo de tu misericordia para que bajo tu guía providente, de tal modo no sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los eternos. Por Nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Eclesiastés 1,2; 2,21-23

¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia. Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.

SALMO RESPONSORIAL (89)

Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornen, hijos de Adán.». Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó;  una vela nocturna. R.

Los siembras año por año,  como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana,  y por la tarde la siegan y se seca. R.

Enséñanos a calcular nuestros años,  para que adquiramos un corazón sensato.  Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?. Ten compasión de tus siervos. R.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,  y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor  y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3,1-5.9-11

Ya que haN resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspiren a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque han muerto, y su vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también ustedes aparecerán, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. No sigan engañándose unos a otros. Despójense del hombre viejo, con sus obras, y revístanse del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 12,13-21

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.».
Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?»
Y dijo a la gente: «Miren: guarden de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.».
Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré?. No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.».

COMENTARIO

Oigo a este hombre que habla consigo a solas como si estuviera solo en el mundo y fuera el dueño absoluto de la vida: “Yo..... yo..... mis graneros... mi trigo... Amontonar, gozar largo tiempo de la vida, siempre”. Es un loco y me hace decir: ¡Materialista hasta el extremo!. Comer bien, beber bien, negarse a mirar un  poco más lejos. Aplaudo cuando Dios le grita: “¡Insensato!”, es verdad. Pero el mundo tal como se ha ido haciendo, esta famosa sociedad del consumo, ¿no produce acaso muchos locos de este tipo?. La “austeridad” occidental sigue siendo la abundancia, y yo no me libro de la búsqueda universal de seguridad y de confort. ¿Qué es lo que pienso? Salud, sueldo, la casa que arreglar, la tele que comprar, el auto, la subida de precios...
¿Malos pensamientos? Sí, me han arrinconando por completo cada vez más mis pensamientos de cristiano: amar a Dios, cambiar el mundo, darme a mis hermanos, dedicar tiempo a la oración. Somos un verdadero campo de batalla para esas dos clases de pensamientos, los generosos y los egoístas y los creyentes y los materialistas. Cuando el Señor nos ve metidos en proyectos en donde se trata tan solo de ambición y de pasarla bien, ¿cómo no nos va a gritar: “¡Insensato!”. Dichoso el que ha oído a tiempo este grito. Porque luego dice el evangelio: “Esta noche te van a reclamar la vida”. Quizás esto no nos impresiona porque son siempre los otros los que mueren. Además, de todas formas ¡hay que pasar por ahí!  Nos hemos dejado contaminar  - ¿y quién se ve totalmente a salvo? Por este fatalismo pagano, aceptemos un poco por nuestra cuenta el apóstrofe de Jesús: “¡Insensato!”.
Un hombre sensato, un cristiano, no puede vivir sin pensar que su vida encierra dos episodios: aquí abajo y la eternidad. Nuestra vida terrena decide nuestra vida eterna. Hay que estar realmente loco para no pensar más que en lo que va a perecer y no ocuparse de lo que va a durar. Se corre el peligro de morir como ese hombre que se jugaba la vida en sus graneros: “Eso le pasa al que amontona riqueza para sí y para Dios no es rico”. Esto nos lleva a la significación bíblica de la palabra insensato: “El insensato es el que se olvida de Dios”. Entonces, va perdiendo poco a poco lo que se gana de inteligencia en el trato con  Dios. Se hunde en el  materialismo y en el embarazo de todo lo que no podrá meter en su ataúd.
Pequeño sicodrama: me veo en una cama  del hospital a punto de morir.  Sólo se  lleva  el amor  realmente vivido, ese amor que va tejiendo poco a poco nuestro ser de eternidad. Oh Señor, haz que desde ahora sea avaro, no de posesiones, sino de amor.

PLEGARIA UNIVERSAL

Tu nos da todo lo que necesitamos solo tu mano nos sacia y nos da hartura de balde. Sabemos que junto a ti no nos faltara nada, por eso repetimos: Que nada nos aparte de ti.

1,.- Por el Papa Francisco, los obispos y los sacerdotes,  quienes hacen posible tu presencia eucarística entre nosotros. Que nada nos aparte de ti.

2.- Por los dirigentes de las naciones, para qe contando con tu divina ayuda, conviertan su trabajo y su esfuerzo en bienestar de todos sus súbditos. Que nada nos aparte de ti.

3.- Por todos aquellos que tienen escasos recursos para vivir a fin de que, poniendo sus esfuerzos y sus esperanzas en ti, Señor, vean saciadas sus necesidades sobradamente. Que nada nos aparte de ti.

4.- Por aquellos cuya fe en ti, Señor, se debilita hasta casi desvanecerse, para que se reanime y fortalezca con la escucha frecuente de tu Palabra. Que nada nos aparte de ti.

Señor, tu que atendiste la oración de tu Hijo y multiplicaste por su acción los panes y los peces atiende también las suplicas que hoy te presentamos. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe Señor las ofrendas que podemos presentar gracias a tu generosidad para que estos santos misterios, donde tu espíritu actúa eficazmente santifiquen los días de nuestra vida y nos conduzcan a las alergias eternas. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Hemos recibido Señor, este sacramento memorial perpetuo de la Pasión de tu Hijo, concédenos que este don de su amor inefable nos aproveche para la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 01: Jr. 28, 1-17; Sal 118; Mt. 14, 13-21
Martes 02: Jr. 30, 1-2.12-15.18-22; Sal 101; Mt. 14, 22-36..
Miércoles 03: Jr. 31, 1-7; Jr. 31, 10.11-12ab; Mt. 15, 21-28
Jueves 04: Jr. 31, 31-34; Sal 50; Mt. 16, 13-23.
Viernes 05: Nah. 2, 1.3; 3, 1-3.6-7; Dt. 32, 35-36.39.41.; Mt. 16, 24-28.
Sábado 06: Da. 7, 9-10.13-14; Sal 96; Pe. 2, 16-19; Lc. 9, 28b-36.

Domingo 07:  Sab. 18, 6-9; Sal 32; Hb. 11, 1-2.8-19; Lc. 12, 32-48.


COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc 12, 13-21

-Texto: lo configura una negativa de Jesús a dirimir un litigio de herencia (vs. 13-14), un aviso sobre la codicia (v.15) y una parábola (vs. 16-21). El litigio es la ocasión para el aviso: Guardaos de toda clase de codicia. La parábola trata de hacer ver la inutilidad de la codicia y, en una moraleja final, formula la actitud sensata: Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios. Una vez más nos hallamos ante un texto exclusivo de Lucas.
El litigio de herencia del que parte el texto de hoy me recuerda la obra de Hesíodo "Los trabajos y los días". El punto de partida de esta obra lo constituye un litigio semejante: Hesíodo ha sido desposeído por su hermano Perses. Esta evocación no pasaría de mera curiosidad anecdótica si no fuera porque Hesíodo representa, junto con Homero, el origen de la cultura europea escrita. Entre otras cosas, quiero decir con esto que nos hallamos ante un viejo problema humano. La cosa es muy triste, pero real.
A Hesíodo el litigio le sirve de pretexto para plantearse la cuestión general de las fuerzas que sustentan la existencia humana. Algo parecido hace Lucas cuando presenta a Jesús, prescindiendo del caso concreto y señalando a la codicia como motor del caso. Amasar riquezas para sí, afán de posesión exclusiva y excluyente. Esto es codicia. Ella es una de las fuerzas que sustentan la existencia humana. El análisis es muy triste, pero muy real. La parábola que sigue a este análisis nos hace ver, también de manera realista, lo absurdo e inútil de la codicia. ¿De qué nos sirve el acumular egoísticamente si resulta que morimos sin que esa acumulación, tan ansiosamente procurada, sea capaz de alargarnos, siquiera un minuto, nuestra querida vida? ¡Qué pobres desgraciado somos siendo acaparadores! Pero el texto de Lucas (¡qué gran psicólogo!) no se encierra en esta triste pobreza.
Se abre y nos abre a la esperanza, a la alegría, a la libertad. Nos abre a Dios. ¡Qué maravilloso es este Dios de Jesús! ¡Y qué increíble es Jesús!
ALBERTO BENITO, DABAR 1986, 41



2.- Sentido del texto. Jesús comienza no aceptando el papel de juez que toda autoridad religiosa podía ejercer en la sociedad judía. Hoy diríamos que Jesús aboga por la separación de lo judicial y de lo religioso.
¿Responde en él a un planteamiento explícito? El texto no dice nada al respecto. Es bien sabido que los evangelios no son fuentes en este sentido.
En cualquier caso, la actuación de Jesús es en sí misma una actuación concreta de separación de campos. Lo que a Jesús en realidad le interesa es la raíz generadora del conflicto. Lo importante es detectar y combatir la causa, el tratamiento en profundidad. ¿De qué serviría solucionar el caso concreto si no se ataca la raíz de la que pueden brotar otros mil casos más? Esta raíz es la codicia y constituye el tema central del texto. Con fina ironía y gran sentido común y del humor, Jesús hace ver lo absurdo y ridículo de una actitud que es incapaz de prolongar, siquiera un segundo, la propia vida.
Pero aún da un paso más Jesús. La codicia no sólo es incapaz de hacer vivir más o menos, sino que además incapacita para el desarrollo de las propias capacidades. Jesús resalta una fundamental: la capacidad de relación con Dios. Matando esta capacidad, la codicia mata al propio codicioso.
DABAR 1980, 42



3.- La parábola expone la relación que debe tener el hombre con las cosas, con el ser y el tener. En apariencia el rico se comporta como un administrador sabio y prudente, pero ser rico ante Dios significa buscar el reino de Dios, aceptar su voluntad, entrar en comunión con Cristo.
Las lecturas de hoy parecen indicar que el interés por mejorar las condiciones de vida no tiene sentido. No es este sentido. Sólo quieren llamar la atención sobre la ambigüedad de las cosas temporales y afirmar que sobre ellas no se puede fundar el sentido de la vida. Las grandes conquistas técnicas y científicas pueden dar al hombre un sentido de seguridad y autosuficiencia. Tomar conciencia de la fragilidad y relatividad de las cosas tiene mucha importancia a la hora de escoger una escala de valores.
PERE FRANQUESA, MISA DOMINICAL 1986, 15



4.- Los rabinos del tiempo de JC eran reclamados a menudo para dirimir, en función de jueces o de árbitros, cuestiones surgidas entre sus seguidores u otros conciudadanos. La Mishná (compendio de doctrina rabínica) contiene una sección sobre las herencias para orientar a los rabinos en las consultas que se les hacían. Pero aquí JC, a pesar de ser tenido a menudo como un rabino, no acepta realizar esta función: su misión es llamar a los hombres a seguir a Dios como único absoluto, y enseñarles a no poner su interés en el dinero ni en ninguna otra cosa.
J.- LLIGADAS, MISA DOMINICAL 1974, 18



5.- Lucas no condena a los ricos por ser ricos: el dinero ni es bueno ni es malo, como la electricidad. Solamente el uso que se haga de él puede ser bueno o malo.
Ahora bien: la equivocación del rico insensato está en servirse de sus riquezas como si estuviera él solo sobre la tierra. En las sesenta y cinco palabras que resumen sus declaraciones se encuentran catorce veces las palabras "yo" o "mío". Con otras palabras, el rico insensato, porque piensa que ha sido él solo por sí mismo quien adquirió las riquezas, como si no hubiera heredado nada de sus padres, como si no hubiera recibido nada a causa del trabajo de sus obreros. El es el único.
El está solo además en la explotación de sus bienes, hasta el punto de que su única preocupación es invertir nuevas riquezas para aumentar la plusvalía, sin darse cuenta de que los verdaderos graneros de sus cosechas deberían ser los estómagos vacíos de sus hermanos los hombres.
Esta actitud es insensata, porque no tiene en cuenta una profunda realidad: la interdependencia de todo hombre y toda nación con relación a los demás hombres y a las demás naciones. Esta actitud es insensata porque lleva a la Humanidad a la catástrofe, de los países pobres, cada vez más subdesarrollados, y también de los países ricos, cada vez más hartos de publicidad y de consumo. Es insensata porque es imposible estar con Dios en una situación tal de egoísmo y de alienación.
MAERTENS-FRISQUE, NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA V, MAROVA MADRID 1969.Pág. 235