viernes, 15 de agosto de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XX TIEMPO ORDINARIO CICLO A - 17 AGOSTO 2014

“MUJER, ¡QUE GRANDE ES TU FE!”.



PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 56,1.6-7
Así dice el Señor: «Guarden el derecho, practiquen la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.».

 SALMO RESPONSORIAL (Sal 66)
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones, 
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11,13-15.29-32

Les digo a ustedes, los gentiles: Mientras sea su apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida?.
Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Ustedes, en otro tiempo, eran rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, han obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por ustedes, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 15,21-28
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.».
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.».
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.».
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.».
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.».
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.».
En aquel momento quedó curada su hija.

COMENTARIO

La cananea es una madre. Detrás de cada madre Jesús veía a María. No se muestra demasiado duro con la madre de Santiago y Juan cuando ésta le pide para ellos las plazas de ministros (Mt 20, 20). Cura con cariño a la suegra de Pedro. Se siente conmovido por la viuda de Naín que acaba de perder a su hijo. Creo que esto  hace comprender mejor lo que va a ocurrir entre Jesús y aquella madre cananea.
Es el judío ante la pagana; no quiere tratos con ella. Esto resulta antipático, sobre todo para los jóvenes que soportan mal estas historias de razas diferentes y religiones distintas: ¿Está Dios por todos, sí o no?.
Este universalismo de hoy, profundamente simpático corre sin embargo el peligro de quedarse en teorías. No es posible ensamblar tan fácilmente las diferencias hay que arreglar las cosas poco a poco y de forma progresiva. Jesús aceptó totalmente la condición humana, incluidos sus límites y la búsqueda a veces  difícil de la voluntad del Padre.
Nosotros estamos siempre dispuestos a juzgar a Dios: ¿Por qué un pueblo elegido? ¿Por qué Jesús quería deshacerse de la cananea? Porque Jesús, judío, entra en el plano de la salvación tal como lo conoce por las Escrituras de su pueblo y ese plano comprende dos datos perfectamente claros: 1). Dios quiere salvar a todos los hombres; 2). Pasando por los judíos.
En este momento, Jesús sólo se siente enviando a “las ovejas perdidas de Israel”. Pero está aquella madre. Algunos se imaginan que Jesús se hacía el indiferente (“no le contestó  palabra”) para   hacer    que creciera la fe de la cananea (!). Eso es rechazar el misterio de la encarnación. Jesús es un hombre y se siente sencillamente desconcertado ante aquella situación como cualquier hombre. ¿Mantenerse a distancia? ¿Escucharla para que lo deje en paz, como le sugiere los discípulos? Ellos se muestran más bien molestos y despreciativos que preocupados por los planes de Dios.
Es una madre. Jesús empieza a ablandarse y le da al menos lo que puede darle: la gentileza de un diálogo: “Deja primero que los hijos se alimenten. No está bien quitar el pan a los hijos para echárselo a los perritos, a los que no están preparados para recibir la salvación.
La cananea comprende perfectamente el matiz amistoso: en la casa todos quieren a los perritos.
Es lista, es madre y siente un impulso loco hacia aquel que puede salvar a su hija: “Los perritos se comen las migajas”. Aquel grito de fe desarma a Jesús. La cananea acaba de romper en él un límite. Con una fe tan humilde y tan fina que no le ha dicho:”Desobedece”; ella ha comprendido y entra con él en los designios  del Padre: “Si, Señor, cuídate primero de los hijos, pero no tardes en preocuparte de esos perritos que quizás creen mas en ti”.
Jesús realiza entonces el gesto que va a marcar la preeminencia total de la fe. Lo que ocurre con la cananea nos revela que en adelante todo va a depender de la fe. Los judíos tenían la precedencia, la cananea era una madre desconcertante; pero sólo importó una cosa, la misma que importará en adelante: “Mujer, ¡qué grande es tu fe!”.

PLEGARIA UNIVERSAL.
 Con todo el corazón y con toda el alma, pidamos, hermanos, al Señor, que nos escuches.

1.- Por la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el universo. Pidamos la plenitud del amor de Dios. Roguemos al Señor.

2.- Por los que rigen los destinos de los pueblos e influyen en la paz del mundo. Pidamos el espíritu de justicia. Roguemos al Señor.

3.- Por los que son víctimas de la debilidad humana, del odio y de la envidia, y de los innumerables errores del mundo. Roguemos al Redentor misericordioso. Roguemos al Señor.

4.- Por los ausentes y los encarcelados, por los débiles y oprimidos, y por los justos que sufren persecución. Roguemos a Jesús el Salvador. Roguemos al Señor.

5.- Por los aquí reunidos en la casa de Dios. Invoquemos al Señor de la Gloria. Roguemos al Señor.

6.- Por los que reclaman con fidelidad la Palabra de la salvación. Pidamos la sabiduría del Hijo de Dios. Roguemos al Señor.

Padre de bondad y Dios de todo consuelo, que tanto amaste al mundo que le diste a tu Hijo Unigénito, muéstranos tu misericordia y danos tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 18: Ez 24, 15-24; Sal: Dt 32; Mt 19, 16-22.
Martes 19: Ez 28, 1-10; Sal: Dt 32; Mt 19, 23-30.
Se puede  celebrar la memoria de San Juan Eudes, Presbítero (Blanco)
Miércoles 20: San Bernardo, abad y Doctor de la Iglesia (MO) Ez 34, 1-11; Sal 22; Mt 20,1-6.
Jueves 21: San Pio X, papa (MO) Ez 36, 23-28; Sal 50; Mt 22, 1-14.
Viernes 22:   Santa María Virgen, Reina (MO) Ez 37, 1-14; Sal 106; Mt 22, 34-40.
Sábado 23:  Ez 43, 1-7ª; Sal 84; Mt 23, 1-12.
Domingo 24: Domingo XXI del T.O. Is 22, 19-23; Sal 137; Rm 11, 33-36; Mt 16, 13-20.