viernes, 7 de abril de 2017

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO DE RAMOS CICLO A - 9 DE ABRIL 2017

ESCUCHAR Y VIVIR LA PASION


BENDICION DE LOS RAMOS

Dios todopoderoso y eterno, santifica con tu bendición estos ramos y a cuantos vamos a acompañar a Cristo aclamándolo con cantos, concédenos entrar en Jerusalén del Cielo, por medio de Él. El que vive y reina por los siglos de los siglos.

EVANGELIO DE LA ENTRADA DEL SEÑOR

Lectura del santo evangelio segun san Mateo  21, 1-11

En aquel tiempo, cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos, diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente, e inmediatamente encontrarán un asna atada, junto con su cría. Desátenla y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, respondan: 'El Señor los necesita y los va a devolver en seguida'.
sto sucedió para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Digan a la hija de Sión: Mira que tu rey viene hacia ti, humilde y montado sobre un asna, sobre la cría de un animal de carga. Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado; trajeron el asna y su cría, pusieron sus mantos sobre ellos y Jesús se montó. Entonces la mayor parte de la gente comenzó a extender sus mantos sobre el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y lo cubrían con ellas. La multitud que iba delante de Jesús y la que lo seguía gritaba: "¡Hosana al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!. Cuando entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, y preguntaban: "¿Quién es este?. Y la gente respondía: "Es Jesús, el profeta de Nazaret en Galilea

ORACION COLECTA

Dios Todopoderoso y eterno, tu quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad, concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 50,4-7

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído. Y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

SALMO RESPONSORIAL (21)

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Al verme, se burlan de mí,  hacen visajes, menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;  que lo libre, si tanto lo quiere.» R.

Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos. R.

Se reparten mi ropa,  echan a suertes mi túnica.  Pero tú, Señor, no te quedes lejos;  fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R.

Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alábenlo; linaje de Jacob, glorifíquenlo; témenle, linaje de Israel. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2,6-11

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

EVANGELIO

ESCUCHEMOS ATENTAMENTE EL EVANGELIO DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MATEO 27, 11-54

COMENTARIO

Volvemos a escuchar de nuevo los relatos de la pasión y los vamos a leer una vez más, es la mejor de las meditaciones para los días de la semana santa. Tenemos cuatro relatos y podemos alimentar nuestra  fe y nuestro amor con diferentes contemplaciones: Mateo (ciclo A), Marcos (Ciclo B) Lucas (Ciclo C), Juan para el viernes santo de cada año
El relato de la pasión según Mateo recoge y amplía el de Marcos. Nos limitaremos a señalar algunas características y matices. Leemos la última parte del "acta del martirio": proceso civil y ejecución.
Mateo da a la redacción un sentido más expresivamente teológico. Con cierto regusto sacral, casi litúrgico. Les escribe a una comunidad que conoce las costumbres judías. A través de su constante referencia a textos de la Escritura, se transparenta el cumplimiento de las profecías. En el momento culminante del proceso, acentúa la responsabilidad del pueblo de la alianza: v 25. Palabras desnudas y dolorosas, que hay que leer con serena comprensión. No fue todo el pueblo judío el responsable directo de la muerte de Jesús, sino unos cuantos dirigentes corrompidos. Un puñado de hombres sobornados, de gente mal informada. Con la colaboración servil de Pilatos. De la triste escena hace Mateo un signo. El antiguo pueblo de la elección pierde el privilegio de su «herencia» teológica, que pasará al nuevo Israel Universal.Se realiza el drama alegorizado en la parábola de los viñadores (21,33-46).
La muerte de Cristo, acontecimiento escatológico. Quizá es el acento más característico de Mateo (vv 51-53). La tierra que tiembla y las rocas que se hunden avisan, en lenguaje apocalíptico, que el mundo antiguo ha llegado a su fin. La resurrección de los muertos anuncia la renovación definitiva del pueblo (Ez 37...). Se ha rasgado el velo del templo. Comienza la nueva y eterna alianza en la sangre purificadora de Jesús (26,28). «Los que pasaban» (39s) actualizan la tentación del desierto: «Si eres Hijo de Dios...» (cf. Mt 4,3ss). Precisamente porque es el Hijo de Dios ha aceptado la cruz (26,42), y como Hijo de Dios se manifiesta en ella (27,54). Expresión infinita de amor al Padre (= plegaria de Getsemani). Donación total de sí mismo (= 26,26-28) para la auténtica liberación del hombre (20,28).
El evangelista rubrica la historia del Calvario recordando el ejemplo de firmeza de aquellas mujeres (55-56), discípulos y seguidores del Maestro, que desde donde podían miraban (exactamente: «contemplaban») al Crucificado. Insinúa en ellas el ardor con que la espiritualidad cristiana, ya a partir de san Pablo, hará de la cruz uno de los temas predilectos de contemplación religiosa.

PLEGARIA UNIVERSAL

Imploremos hermanos, a quien tienen todo poder en el cielo y en la tierra y pidámosle que escuche benignamente nuestras preces. R.- Escúchanos Señor,

1.- Para que perdone y tenga piedad de la Iglesia aquel que en la cruz excuso a todos los ignorantes. Roguemos al Señor.

2.- Para que se apiade  de todo el género humano aquel que murió en la cruz por todos nosotros. Roguemos al Señor.

3.- Para que se apiade de los enfermos, atribulados, presos y esclavizados aquel que conoció la amarguras de sentirse abandonado y triste. Roguemos al Señor.

4.- Para que a nos admita en su reino aquel que recibió al ladrón arrepentido. Roguemos al Señor.

Protégenos Señor salvador nuestro, y concédenos misericordiosamente tus exilios temporales  y eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Por la pasión de tu Hijo se propició a tu pueblo, Señor y concédenos por esta celebración que actualiza el único sacrificio de Jesucristo, la misericordia que no merecen nuestros pecados. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Fortalecidos con tan santos misterios, te dirigimos esta suplica, Señor: del mismo modo que la muerte de tu Hijo nos ha hecho esperar lo que nuestra fe nos promete, que su resurrección nos alcance la plena posesión de lo que anhelamos. Por Jesucristo nuestro Señor. 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 10: Is. 42, 1-7; Sal 26; Jn. 12, 1-11.
Martes 11: Is. 49, 1-6; Sal 70; Jn. 13, 21-33.36-38.
Miércoles 12: Is.50, 4-9ª; Sal  68; Mt. 26, 14-25.
Jueves 13: Ex. 12, 1-8.11-14; Sal 115; 1Cor. 11, 23-26; Jn. 13, 1-15.
Viernes 14: Hb. 4, 14-16; 5, 7-9; Jn. 18, 1—19, 42.
Sábado 15: Ez. 36, 16-28; Sal 41; Rm. 6, 3-11.
Domingo 16: Ap. 10, 34ª.37-43; Sal 117; Col. 3, 1-4; Jn. 20, 1-9

UNA PROPUESTA

¿Cómo relatamos una historia que la mayoría de nuestro público ya sabe de memoria?
¿Cómo proclamamos las buenas noticias cuando, por muchos de nuestros oyentes, son simplemente las noticias de ayer? Este es el desafío homilético y exegética que nos enfrenta cada Domingo de Ramos, cuando cada año la cruz se nos presenta, los bancos están llenos, y nuestros oyentes están ansiosos de oír el evangelio de nuevo.
Predicar estas historias antiguas es un desafío, pero también hay gran oportunidades. Estas historias se han contado veces innumerables, pero su poder para condenarnos e inspirarnos no ha desvanecido.
Quiero proponer una idea que parece contra la intuición. ¿Qué pasará si predicamos este texto, este momento decisivo en el Evangelio de Mateo, con nuestros ojos fijados en los márgenes de la historia? Es decir, ¿qué pasará si dirigimos nuestra atención a los personajes curiosos en el margen del narrativo? ¿Es posible que estos personajes menores nos dirigimos a Jesús de nuevo?
Para Mateo, estos personajes no son simplemente adornos literarios ni narrativos. No son actores extras en el escenario de una película para decorar el fondo. En cambio, estas personas están puestas a propósito para dirigirnos al Cristo crucificado. Abandonados con demasiada frecuencia, estos personajes secundarios nos ayudarán a ver la Pasión con ojos nuevos.

Los traidores: Judas y Pedro

Primero, destaquemos una pareja aparentemente extraña en esta narración larga. Pedro, sabemos, será un líder influyente de la iglesia primitiva. En contraste, según el Infiero por Dante, Judas se enfrenta a la condenación eterna en las fauces de Satanás. Pero el evangelio de Mateo indica que sus traiciones son paralelas. Ambos son de los doce discípulos. Ambos están en la cena. Ambos traicionan a Jesús. Pero fuera de eso, no hay semejanzas. Judas tiene un famoso muerto prematuro; que el caído de Pedro no es irreversible está insinuado en los capítulos concluyentes de Mateo y en el gran tradición cristiana. En el momento en que la fe fue probado con la más severidad y el costo del discipulado fue lo más alto, ambos Judas y Pedro fracasaron. Ellos nos recuerdan que a la cruz hay solamente una línea sutil entre la fidelidad y la traición. Estamos tentados constantemente acercarnos a la línea. Tenemos confianza que el arrepentimiento siempre es posible, incluso para Judas. Ambos Judas y Pedro se arrepienten sus traiciones de Jesús pero sus vidas siguen en direcciones completamente distintas. ¿Qué pensamos de sus caminos divergentes?.

Poder y corrupción: Caifás y Pilato

La ejecución de Jesús es una conspiración de cobardía empoderada y deber abandonado. Caifás y sus co-conspiradores  han predeterminado los resultados del proceso con fines propagandísticos y ahora solo necesita el fingimiento de pruebas. Ellos indujeron un testimonio falso pero todavía no encuentran una manera para condenar el Jesús inocente. Últimamente, requiere la participación directa de Caifás para inflar los cargos de blasfemia ya fabricados, pero la oficina del sumo sacerdote no puede ejecutar a alguien. Para lograr el fin deseado, Caifás acude a Pilato, quien tuvo el trabajo de mantener la paz. Pilato intenta calmar al público cada vez más rabioso, pero al final sucumbe a sus pasiones en vez de la justicia. Cuando Pilato se lava las manos, no hace nada para minimizar su complicidad. Quizás las maquinaciones de la política son la causa cercana de la muerte de Jesús, pero los lectores de Mateo están bien conscientes que Dios continúa trabajar en el fondo. La conspiración de la muerte de Jesús es un recordatorio poderoso de las implicaciones políticas de seguir Jesús a la cruz.
Imagino que ni Barrabás ni Simón podría haber anticipado el papel que tendría en esta historia. Una insurreccionista, Barrabás no podría haber anticipado un perdón después de cometer crímenes contra el orden político. Un inmigrante o viajero del norte de África, Simón no podría haber anticipado estar encargado de ayudar en la crucifixión de un presunto criminal. Sabemos poco sobre estos dos personajes. Sabemos menos sobre el efecto que tuvo la Pasión en sus vidas. Si es como un testigo inocente o un criminal encarcelado, tal vez el camino del Hijo de Dios cruce lo nuestro en los momentos más inesperados. ¿Cómo reaccionaremos cuando estamos liberados de nuestras cárceles? ¿Cómo reaccionaremos cuando estamos reclutados a llevar un símbolo de vergüenza y muerte?

Los condenados: dos bandidos

Jesús muere entre dos bandidos. Estos criminales condenados han debido de estar culpables de un crimen más grave que un robo simple. En un sentido significativo, han debido de desbaratar el frágil orden social impuesto por Roma, tal vez causando que las calles sean inseguras para el comercio o participando en insurrección. Mateo 27:44 nota que estos dos bandidos ridiculizaron a Jesús, juntos con la multitud que se reunió para ver un trío de ejecuciones. A diferencia de Lucas, Mateo no narra la confesión de culpa y esperanza para redención de uno de los dos compañeros de Jesús en las cruces crueles. 
En Mateo, el visto es escueto. Al fin de su vida, Jesús muere al lado de dos bandidos que se burlaron con sus últimos alientos. Al fin de su vida, Jesús se enfrenta un avergonzamiento público casi unánime, un verdadero consenso sobre la culpabilidad de Jesús. Sin embargo, sabemos cómo termina la historia. Sabemos que el Viernes Santo será el Domingo de Resurrección, que la muerta no tiene la última palabra sino que la vida reina a través de la resurrección. El Domingo de Ramos, todo indica que la culpabilidad de Jesús es evidente, que Jesús merece la vergüenza de la cruz. La Pascua es la redención suprema de la inocencia de Jesús y la misión de Dios.

Testigos: Mujeres y un centurión

Una de las regularidades más sorprendida entre los Evangelios es la tradición común que unos seguidores mujeres conservaron hasta el final. Aunque abandonado por los discípulos, Jesús no está completamente desprovisto de amigos en este momento de oscuridad. La luz de reconocimiento también aparece de una fuente insólita. Un centurión -- quien representa que Roma está dispuesto a utilizar violencia para mantener y promulgar su hegemonía -- es un testigo de ambos la muerte de Jesús y su identidad. Al ver el cuerpo de Jesús fallar después de una ejecución tortuosa y vergonzosa, el centurión reconoce quien era Jesús verdaderamente: el hijo de Dios. Aunque no fue un testigo de los milagros curativos de Jesús, su sermón apasionado en la cima de la montaña, ni la transfiguración deslumbrante, el centurión da testimonio al último en una letanía de crucifixiones que ha visto pero él ve y declara que Jesús no era un simple criminal.

Heraldos de la Resurrección: José de Arimatea y la guardia romana

Dos personajes finales crean el marco para el triunfo de Jesús sobre la muerte. José ayuda guardar el cuerpo de Jesús en un tiempo importante. Cuando domingo llega, tendrán que evitar ambos el trabajo y la contaminación spiritual provenido por un cadáver. Con la prisa, Jesús encuentra un lugar de descanso no tan final. En esta tumba, la guardia romana protege el cuerpo de Jesús para asegurar que no está robado con el pretexto de reclamar su resurrección. Los desmentidos preeminentes de la resurrección de Jesús ya están circulando. Unos creerán, pero muchos no.

Predicar el Domingo de Ramos

Podemos suponer que muchos de ellos que juntarnos en culto en el Domingo de Ramos conocen el resumen de esta historia. Sin embargo, tal vez no han tenido la oportunidad para enfocar en estos personajes en los márgenes de la actividad. Con seguridad, Jesús es la figura central en esta historia, pero el reparto secundario que Mateo reúne en estos días difíciles es como señales indispensables en esta historia de más importancia. Sugiero que enfocar en estas personas obscuras  dirigirá atención con más fuerza  al Cristo crucificado. ¿Cómo relatamos una historia que la mayoría de nuestro público ya sabe de memoria? Una manera es enfocar en estas partes de las historias ya no contado completamente.