CEREMONIA DE LA CONFIRMACION
¿Qué
lugar ocupa la Confirmación en el designio divino de salvación?
En
la Antigua Alianza, los profetas anunciaron que el Espíritu del Señor reposaría
sobre el Mesías esperado y sobre todo el pueblo mesiánico. Toda la vida y la
misión de Jesús se desarrollan en una total comunión con el Espíritu Santo. Los
Apóstoles reciben el Espíritu Santo en Pentecostés y anuncian «las maravillas
de Dios» (Hch 2,11). Comunican a los nuevos bautizados, mediante la imposición
de las manos, el don del mismo Espíritu. A lo largo de los siglos, la Iglesia
ha seguido viviendo del Espíritu y comunicándolo a sus hijos. (Catecismo de la
Iglesia Católica #1285-1288-1315)
¿Por
qué se llama Confirmación o Crismación?
Se
llama Confirmación, porque confirma y refuerza la gracia bautismal. Se llama
Crismación, puesto que un rito esencial de este sacramento es la unción con el
Santo Crisma (en las Iglesias Orientales, unción con el Santo Myron).
(Catecismo de la Iglesia Católica #1289)
¿Cuál
es el rito esencial de la Confirmación?
El
rito esencial de la Confirmación es la unción con el Santo Crisma (aceite de
oliva mezclado con perfumes, consagrado por el obispo), que se hace con la
imposición de manos por parte del ministro, el cual pronuncia las palabras
sacramentales propias del rito. En Occidente, esta unción se hace sobre la
frente del bautizado con estas palabras: «Recibe por esta señal el don del
Espíritu Santo». En las Iglesias Orientales de rito bizantino, la unción se
hace también en otras partes del cuerpo, con la fórmula: «Sello del don del
Espíritu Santo». (Catecismo de la Iglesia Católica #1290-1301-1318-1320-1321)
¿Cuál
es el efecto de la Confirmación?
El
efecto de la Confirmación es la especial efusión del Espíritu Santo, tal como
sucedió en Pentecostés. Esta efusión imprime en el alma un carácter indeleble y
otorga un crecimiento de la gracia bautismal; arraiga más profundamente la
filiación divina; une más fuertemente con Cristo y con su Iglesia; fortalece en
el alma los dones del Espíritu Santo; concede una fuerza especial para dar
testimonio de la fe cristiana. (Catecismo de la Iglesia Católica
#1302-1305-1316-1317)
¿Quién
puede recibir este sacramento?
El
sacramento de la Confirmación puede y debe recibirlo, una sola vez, aquel que
ya ha sido bautizado. Para recibirlo con fruto hay que estar en gracia de Dios.
(Catecismo de la Iglesia Católica #1306-1311-1319)
¿Quién
es el ministro de la Confirmación?
El
ministro originario de la Confirmación es el obispo: se manifiesta así el
vínculo del confirmado con la Iglesia en su dimensión apostólica. Cuando el
sacramento es administrado por un presbítero, como sucede ordinariamente en
Oriente y en casos particulares en Occidente, es el mismo presbítero,
colaborador del obispo, y el santo crisma, consagrado por éste, quienes
expresan el vínculo del confirmado con el obispo y con la Iglesia. (Catecismo
de la Iglesia Católica #1312-1314)
(Tomado del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)
CONFIRMACIÓN 01 NOVIEMBRE 2012