DOMINGO XXXI – SAN MARTIN DE PORRES – 03 DE NOVIEMBRE 2013 (PERÚ)
EN PERÚ CELEBRAMOS A SAN MARTÍN DE PORRES
PRIMERA
LECTURA
Lectura
del libro de Isaías 58, 6-11
Así
dice el Señor:
«El
ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los
cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los
cepos; partir tu pan con el
hambriento, hospedar a los pobres sin
techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.
Entonces
romperá tu luz como la aurora, en
seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces
clamarás al Señor, y te responderá;
gritarás, y te dirá: «Aquí estoy.»
Cuando
destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando
partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu
luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía.
El
Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes
tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca
engaña.»
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 1)
Su
gozo es la ley del Señor.
Dichoso
el hombre que no sigue el consejo de los malvados,
ni
se entretiene en el camino de los pecadores,
ni
se sienta con los arrogantes,
sino
pone su alegría en la ley del Señor,
meditándola
día y noche. R
Será
como un árbol plantado al borde de la acequia:
da
fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y
cuanto emprende tiene buen bien. R
No
así los impíos, no así,
será
como paja que arrebata el viento.
Porque
el Señor protege el camino de los justos,
pero
el camino de los impíos acaba mal. R
SEGUNDA
LECTURA
Lectura
de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios 1Co 12, 31—13, 13
Hermanos:
ambicionen los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. Si hablara las lenguas de los
hombres y de los ángeles; pero no tengo amor, no sería más que un metal que
resuena o unos platillos que aturden. Si tuviera el don de profecía y conociera
todos los secretos y todo el saber, y si tuviera fe como para mover montañas;
si no tengo amor, no soy nada. Y si repartiera todos mis bienes entre los necesitados, y si
entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me sirve. El amor
es paciente, es afable; el amor no tiene envidia; no presume ni se engríe; no
es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra
de la injusticia, sino que goza con la
verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El
amor no pasa nunca. Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas
cesarán; el conocimiento se acabará; las lenguas cesarán, el conocimiento se
acabará.
Porque
conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos; más cuando venga lo
perfecto lo imperfecto se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño,
sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con
las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo confusamente; entonces veremos
cara a cara. Mi conocer ahora es por ahora limitado; entonces conoceré como he
sido conocido por Dios. En una palabra: quedan estas tres: la fe, la esperanza,
el amor. La más grande es el amor.
EVANGELIO
Lectura
del santo evangelio según san Mateo Mt 11, 25-30
En
aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre Señor del cielo y tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se la has revelado
a la gente sencilla. Si Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ah
entregado mi Padre y nadie conoce al
Hijo más que el Padre;y nadie conoce al padre sino el Hijo y aquél a quien el
Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados
y yo los aliviaré.Carguen con mi yugo y aprendan de mí que soy manso y humilde
de corazón y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga
ligera.
EN OTROS LUGARES LAS LECTURAS SON DEL DOMINGO XXXI DEL TIEMPO
ORDINARIO CICLO C – 03 NOVIEMBRE 2013
PRIMERA
LECTURA
Lectura
del libro de la Sabiduría 11,22–12,2
Tú
de todos tienes compasión, porque lo puedes todo y no te fijas en los pecados
de los hombres, para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no aborreces
nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado.
¿Cómo podrían existir los seres, si tú no lo hubieras querido? ¿Cómo podrían
conservarse, si tú no lo ordenaras?.
Tú tienes compasión de todos, porque todos,
Señor, te pertenecen y amas todo lo que tiene vida, porque en todos los seres
está tu espíritu inmortal.
Por
eso, a los que pecan los corriges y reprendes poco a poco, y les haces
reconocer sus faltas, para que apartándose del mal crean en ti, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 144)
Bendeciré
tu nombre por siempre, Dios mío, mi Rey
Te
ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré
tu nombre por siempre jamás.
Día
tras día, te bendeciré
y
alabaré tu nombre por siempre jamás. R.
El
Señor es clemente y misericordioso,
lento
a la cólera y rico en piedad;
el
Señor es bueno con todos,
es
cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que
todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que
te bendigan tus fieles;
que
proclamen la gloria de tu reinado,
que
hablen de tus hazañas. R.
El
Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso
en todas sus acciones.
El
Señor sostiene a los que van a caer,
endereza
a los que ya se doblan. R
SEGUNDA
LECTURA
Lectura
de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1,11–2,2
Con
este fin oramos siempre por ustedes, pidiendo a nuestro Dios que los tenga por
dignos de haber sido llamados por él, y que cumpla con su poder todos sus
buenos deseos y los trabajos que realizan impulsados por la fe. De esta manera
el nombre de nuestro señor Jesús será honrado por su causa, y él les honrará
conforme a la bondad de nuestro Dios y del señor Jesucristo. Ahora, hermanos,
en cuanto al regreso de nuestro señor Jesucristo y a nuestra reunión con él,
Les rogamos que no cambien fácilmente de manera de pensar ni se dejen asustar
por ningún mensaje espiritual, discurso o carta que reciban, como si fuera
nuestra, diciendo que el día del Señor ya ha llegado.
EVANGELIO
Lectura
del santo evangelio según san Lucas 19,1-10
Jesús
entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. Vivía en ella un hombre rico
llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. Quería conocer a
Jesús, pero no conseguía verle, porque había mucha gente y Zaqueo era de baja
estatura. Así que, echando a correr, se adelantó, y para alcanzar a verle se
subió a un árbol junto al cual tenía que pasar Jesús.
Al
llegar allí, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja en seguida porque
hoy he de quedarme en tu casa.».
Zaqueo
bajó aprisa, y con alegría recibió a Jesús. Al ver esto comenzaron todos a
criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en casa de un pecador.
Pero
Zaqueo, levantándose entonces, dijo al Señor: «Mira, Señor, voy a dar a los
pobres la mitad de mis bienes; y si he robado algo a alguien, le devolveré
cuatro veces más.». Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa,
porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre
ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.».
CREDO
NICENOCONSTANTINOPOLITANO
Creo
en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo
en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue
hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y
por obra del Espíritu Santo se encarnó de
María, la Virgen,
y se hizo
hombre.
Y
por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue
sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y
está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a
vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo
en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló
por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero
la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Invoquemos
hermanos, a Dios nuestro Padre para que atienda nuestras oraciones.
1.-
Padre bueno fortalece los corazones vacilantes y llévalos por el camino de la
entrega generosa. Roguemos al Señor.
2.-
Para que aprendamos enséñanos a valorar tus acciones misericordiosas y nos
fortalezcamos con ellas para dar testimonio
de ti a través de obras buenas nuestras. Roguemos al Señor.
3.-
Líbranos Señor de toda asechanza o tentación del maligno, para que con tu
gracia podamos vencer a todo lo que nos separa de ti. Roguemos al Señor.
4.-
Por quienes viven alejados de la fe para que el buen testimonio de los
cristianos les ayude a volver su corazón a Dios. Roguemos al Señor.
Oh
Dios favorecemos con tu misericordia y escucha paternalmente nuestras plegarias
que humildemente te pedimos. Tu que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
COMENTARIO DE SAN MARTIN DE PORRES
Celebramos
la fiesta de San Martín de Porres (1579-1639) nacido en Lima, Perú, hijo de un
noble caballero español, Juan de Porres; y de una mujer libre, de raza negra,
panameña, pero de origen africano: Ana Vázquez. Su infancia estuvo marcada por
las tribulaciones de no haber sido reconocido por su padre, y de haber sido
mulato en una época profundamente racista.
De
joven, Martín aprendió los oficios de boticario y de barbero, lo que denota su
temprana pasión por la medicina y su vocación por sanar a la gente. En 1594, el
destacado dominico Fray Juan de Lorenzana lo invita a ingresar a la orden de
Santo Domingo, que recién había abierto su primer monasterio en el Perú. San
Martín ingresa en calidad de “donado”, ocupándose de trabajos de servidumbre
por ser negro y no reconocido. Además de ello el sacerdocio estaba prohibido
para alguien de su condición.
Por
su caridad y su humildad, San Martín de Porres fue finalmente admitido como
hermano en 1603, y a partir de entonces fue creciendo su fama de curador de enfermos.
En
aquel tiempo, convivían en Lima varios santos: Santo Toribio de Mogrovejo, que
era el arzobispo de la ciudad, San Francisco Solano que era fraile franciscano,
Santa Rosa de Lima que era terciaria dominica, San Juan Macías que era fraile
dominico y él mismo, San Martín de Porres. ¡Cinco santos viviendo
simultáneamente en la misma ciudad!
Cuando
la ciudad de Lima fue asolada por la peste, se dice que él solo salvó de la
muerte a sesenta de sus hermanos. Además, curaba siempre a todos los desvalidos
que acudían a buscarlo. Más adelante, San Martín de Porres
fundó
el Asilo y Escuela de Santa Cruz, para la instrucción de niños desvalidos
provenientes de familias negras, indígenas y de gente rústica, además de
recoger a los vagos y malvivientes para ayudarlos a salir de su situación. La
caridad de San Martín de Porres se proyectaba también hacia los animales
heridos y hambrientos, a los que atendía con igual celo religioso. La fama de
santidad de San Martín de Porres hizo que fuera solicitado por personas de
todos los estratos sociales, y él nunca se negó a ayudar al prójimo, sin
importar quién fuera. Igualmente, se le atribuyen varios milagros en vida. El
día 3 de noviembre de 1639 muere pobremente como había vivido toda su vida.
Tenía sesenta años de edad y su fiesta es precisamente hoy, tres de noviembre.
El día 10 de diciembre de 1668, el Papa Clemente IX firma el decreto de
introducción de la Causa de canonización y el 29 de octubre de 1837 es
solemnemente beatificado por el Papa Gregorio XVI. En junio de 1926, el Papa
Pío XI concede reiniciar la causa de canonización. Aunque sólo era beato,
aprueba que su fiesta se celebrase en algunas diócesis de América, África y
Asia.
El día 10 de enero de 1945, el Venerable Papa
Pío XII lo declara patrono de todas las obras de justicia social en Perú. el
día 6 de mayo de 1962, el Beato Papa Juan XXIII lo canonizó solemnemente en
Roma. En julio de 1966, el Papa Pablo VI, lo declaraba patrono de los barberos
y peluqueros italianos. Es el santo patrono de la Paz Universal, así como de
los animales domésticos. Iconográficamente se le representa con una escoba,
símbolo de su humildad ejemplar.
San
Martín de Porres nos enseña que Dios no hace distinciones por el color de la
piel.
MIRAR COMO JESÚS
COMENTARIO
DEL DOMINGO XXXI T.O. CICLO C
Estamos ante un evangelio que habla de miradas. Zaqueo se sube a
un árbol muy alto para ver a Jesús; Jesús levanta los ojos para ver a Zaqueo. Y
al ver lo que pasa, la gente murmura. Todo Jericó despreciaba a Zaqueo y lo
odiaba. ¡No sólo un publicano, sino un jefe de publícanos!. Un individuo que se
enriqueció oprimiendo a los demás. Jesús no mira como todo el mundo. Ve lo que
nadie ve: un corazón extraordinariamente maduro para aquella conversión que a
Lucas le gusta tanto describir. Se diría que el evangelio aumenta de pronto la
velocidad: Zaqueo corre, se sube al árbol, Jesús le dice: “Baja enseguida”; él
baja y sin respirar le hace su asombrosa declaración: “Voy a restituir con
generosidad y a dar con más generosidad todavía”. Y Jesús dice: “Hoy ha llegado
la salvación a esta casa”. Nunca el hoy de Dios ha sido tomado con tanta velocidad.
En medio de esta alegre agitación, aparece
una nota estridente: “Al ver aquello, murmuraban todos: “¡Ha entrado a
hospedarse en casa de un pecador!”: lo más terrible es ese “todos”. No debo
imaginarme que yo me escape tan fácilmente de la manera ordinaria de mirar. No
es que sea algo forzosamente malo, pero si, que es forzosamente superficial. La
gente no puede ver el corazón de un Zaqueo ni el corazón de Jesús. La gente
cataloga: Zaqueo es un explorador, Jesús es un profeta; los extremos no deben
mezclarse.
Pero los extremos se miraron con una
mirada que rompe todas las apariciones
“Tú, pensó Jesús, tú vales mucho más de lo que estás viviendo”. Y Zaqueo pensó:
“Tú lo vas a trastornar todo y llegará el momento del gozo”. Dios va a despertar
en mí el deseo de desprenderme de las murmuraciones de la gente. Hay que
tenerlo en cuenta, desde luego, pero tomando decididamente las debidas
distancias. Pensar en la mirada penetrante de Jesús, intentar ver a tal persona
como él la habría visto, como él la ve. No todo son Zaqueos, pero los hay.
¿Tengo yo unas ganas de mirarte. Señor y
de dejar que tú me mires? Me juzgan los demás, me juzgo yo a mi mismo, pero en
este momento ¿cómo me ves tú? ¿Qué cambio esperas de mí? ¿Qué Zaqueo soy yo
para ti?
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
PALABRA
DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 04: San Carlos Borromeo, Obispo (MO) Rm, 11, 29-36; Sal
68; Lc 14, 12-14.
Martes 05: Rm 12, 5-16ª; Sal 130;
Lc 14, 15-24.
Miércoles 06: Rm 13, 8-10; Sal 111; Lc 14, 25-33.
Jueves 07: Rm 14,7-12; Sal 26; Lc 15, 1-10.
Viernes 08: Rm 15, 14-21; Sal 97; Lc 16, 1-8.
Sábado 09: La Dedicación
de la Basílica de Letrán (F). Ez 47,
1-2.8-9.12; ( o bien 1Co 3, 9c.11.16-17); Sal 45; Jn 2, 13-22.
Domingo 10: 2M 6, 1; 7, 1-2.9-14; Sal 16; 2Ts 16—3, 51; Lc 20,
27-38.